El día amanece,
la aurora ya llega;
el sol apareace
y el día se despeja.
Generosa la vida
nos regala otro día;
en cualquier estación,
de frío o calor?
A veces la angustia
persigue a la gente;
la paz está lejos,
lejos se mantiene.
Llega el ajetreo,
de la vida imparable,
es tan necesario...
luchar por el pan.
La vida es más bella,
con paz y sosiego;
pero más domina...
el inquieto ajetreo.
La vida agitada:
para la vejez...
las fuerzas, ya fallan;
ya ...no puede ser.
La vida avanzada.
acorta la fuerza,
se acaba el vigor
y la resistencia,
de la juventud,
que, da la energía
y ansía trabajar;
y luchar cada día,
mas la preocupación,
a todos afecta;
hay muchos cuidados,
es, una tarea...
El hombre se afana,
y lucha día, a día,
ha sido así siempre;
siempre ha sido eso
luchar sin cesar,
por ganar el pan...
He sentido el clamor
de la triste pobreza.
El cansancio de los pobres
en las duras empresas.
Y el descanso, que a veces
regala la opulencia.
Cada aurora que amanece,
nos traerá una cosa nueva;
todo funciona marchando
y en movimiento nos llega:
el agua no se está quieta
y soñando... juguetea.
Cuando se pone el sol,
la vida queda sombría
y sólo con el crepúsculo,
queda algo de alegría.
La noche nos presenta
a las bellas estrellas
hasta que llega el día,
con la canción de madrugada.
Canción que en armonía
los pájaros... regalan,
al acercarse el día...
en mañana temprana.
Como una flor de abril
que amanece con el alba;
cuando las estrellas...
ya, están alejadas.
Cuando las estrellas,
son desaparecidas;
en la primavera...,
tenemos las flores a la vista
que nos presenta el día