La espiga verde del trigo
en dorada se ha tornado,
la del centeno morena;
todo el color ha cambiado.
Estos colores tan cálidos,
que, con el cielo contrastan;
el cielo limpio de nubes
de que Castilla hace gala,
y nuestras espigas verdes
el sol las vuelve doradas,
para poder ser segadas;
el verano nos presenta
a las mieses sazonadas;
mas ese trabajo artesano
lo hace ya, la maquinaria.
Que las graciosas espigas,
en grano han sido tornadas;
y es deleite ver el grano
cuando está limpio de paja.