No es fácil interpretar el fútbol por parte de los propios profesionales, con demasiada frecuencia los intereses de los directivos del club no tienen por qué coincidir con los de los entrenadores; y por supuesto, con los de los jugadores. Se viene a decir que el fútbol está repleto de egoístas y que cada cual busca exclusivamente su propio beneficio , ya sea económico, de imagen, de mejora permanente de contratos, de ampliaciones contractuales, etcétera. Será verdad que el Real Madrid juega más en equipo con la ausencia del goleador ególatra Cristiano Ronaldo?
Pongamos por caso su reciente traspaso a la Juventus de Turín y por el módico precio de 100 millones de euros, cuando aún le restaban algunos años de permanencia en el Real. Seguramente existirá entre el jugador y su anterior club algunas cláusulas de confidencialidad que impidan, a unos y a otros, contar toda la verdad, nada más que la verdad y la auténtica verdad, que nos permitiera conocer los mínimos detalles para entender a sus protagonistas y justificar sus decisiones.
¿Cristiano se marchó por dinero? ¿Florentino dejó marchar a Cristiano por dinero? ¿Ganaron los dos y quien de los dos más? ¿El Real Madrid pudo ser más egoísta con Cristiano obligándole a seguir en el Club por cuanto se lo permitía el contrato vigente? ¿Cristiano Ronaldo se consideraba con "derechos morales" por su trayectoria importante para "exigir" su traspaso al fútbol italiano menos exigente fiscalmente que el español? ¿El presidente y Ronaldo ya no se soportaban y se comieron su propio orgullo actuando de la manera que lo hicieron? Como vemos, las elucubraciones en torno a una decisión concreta pueden manejarse en un ambiente de controversia o de tolerancia de una realidad irrenunciable...
Salamanca, 4 de setiembre de 2018.