CIUDAD RODRIGO | Con lleno total en las gradas, el cielo chispeó en los minutos iniciales de la representación
Tras una tarde-noche donde la lluvia había aparecido en varias ocasiones, pero sin llegar a afectar a las representaciones al aire libre, el último espectáculo del miércoles, Elisa y Marcela, sí recibió la visita del líquido elemento, aunque por fortuna fue de forma ligera y durante unos breves minutos en el tramo inicial.
Previamente al arranque de la función, también llovió, lo que hizo que personal de la Feria, antes de la entrada del público, limpiase las gradas deprisa y corriendo para mayor comodidad de los espectadores, alguno de los cuales llegó a abrir sus paraguas antes de iniciarse la función.
Esa lluvia quizá le dio un toque aún más gallego al espectáculo procedente de esa comunidad que se puso en escena, basado en una historia real ocurrida en el año 1901 en A Coruña: la boda de dos mujeres, Elisa y Marcela, en una Iglesia, una de ellas vestida de hombre. La compañía A Panadaría presentó una historia repleta de persecuciones policiales, huidas en diligencia, cambios de identidad e informaciones manipuladas, que recibió al concluir una larguísima ovación.