Después de varias semanas nos dejó un familiar muy querido y qué pasó ese tiempo internado en la 5ª planta del Hospital Clínico de Salamanca. Quiero agradecer públicamente la dedicación absoluta de todo el personal (médicos, enfermeras, auxiliares, celadores etcétera) de esta planta, a atender no sólo las necesidades (muchas) de la enferma, sino también de sus acompañantes. Mi eterno y sincero agradecimiento a todos sin excepción, por su profesionalidad, dedicación y su callada labor muchas veces sin medios, pero siempre con una palabra, un beso o un abrazo impagables en una situación de desesperanza. Gracias, muchas gracias y que Dios vele por todos vosotros.
Angela San Pablo Fraile