La queja por el modo con el que el Ayuntamiento realiza estos trabajos se ha presentado ante la Confederación Hidrógráfica del Duero
El Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca ha presentado una denuncia en la Confederación Hidrógráfica del Duero, motivada por la intervención en las márgenes del río Tormes en la zona de Tejares y Chamberí.
El Ayuntamiento de Salamanca se encuentra ejecutando el proyecto "De uso recreativo ?actividades turísticas y recreativas- en la pesquera de Tejares". Éste incluye la limpieza y adecuación de márgenes desde el azud hasta el puente de la Universidad. Unas obras que consisten en el desbroce de la maleza y el despeje de zonas a adecentar (unos miles de metros cuadrados) como el acceso al futuro pantalán y mirador.
Sin embargo, José M. Lorenzo Huerta, portavoz del Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca, afirma que "estas obras se han realizado con una máquina de grandes dimensiones, una retroexcavadora Hitachi 350, en el cauce del río, su ribera, en la zona de servidumbre y hasta la zona de policía con los siguientes efectos:
? Destrucción de la capa vegetal en un área de unos 30.000 metros cuadrados. Cuando en el documento ambiental se prevé que sean solamente unos 8.000.
? Despeje y desbroce de vegetación herbácea sin selección de especies y con efecto de eliminación total.
? Daños al realizar la entresaca de vegetación arbórea, arbustiva, y en raíces, troncos y ramas del arbolado maduro.
? Ensanchamiento del camino natural de la ribera, arrancando la vegetación existente a ambos márgenes. Si antes era de un metro, se ha pasado a un mínimo de 4 m.
? Modificación de la terraza fluvial, aplanándola, igualándola y elevación de la cota con lo que, en caso de inundación, el riesgo de daños puede ser considerablemente mayor por reducción de la zona inundable".
El Documento Ambiental de este proyecto tiene 5 medidas correctoras para que el impacto de las obras sea mínimo. La última de ellas señala expresamente que "Las operaciones de limpieza, desbroces, saneamiento de arbolado y revegetación se realizarán básicamente a mano, para evitar los mayores daños y molestias que implica la maquinaria y siempre fuera del período de cría de la fauna más significativa".
"No entendemos que para crear una zona recreativa en las márgenes del río Tormes haya que dañar la Naturaleza talando una extraordinaria vegetación natural y sustituyéndola, sólo parcialmente, por otra replantada artificialmente a lo largo de 3 kilómetros de ribera (ambas márgenes). Mal empezamos con el plan Tormes Plus", concluyen desde el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.