La música es una parte fundamental en cualquier producto audiovisual, ya que aporta información extra y enriquece la experiencia del observador.
A partir del año 1990 aparecen las primeras compañías, como Globus (Epicon) e Inmediate Music, que se dedicaban a componer músicas para tráilers, algo que posteriormente pasó a llamarse "música épica".
Hoy, la música épica, ya está considerada un género independiente, y no tan asociado al tráiler, exclusivamente. De hecho, en estos últimos años algunos de los grandes compositores han encontrado su espacio en esta música épica y nosotros la hemos podido descubrir gracias a algunos de los más importantes canales de promoción, como son YouTube y los conocidos EMCes (epic music channels).
A pesar de que el término "música épica" sigue generando gran controversia en los círculos especializados ya que para muchos no puede considerarse un género musical en sí mismo, al no tener más que un puñado de motivos, ritmos y sonidos metálicos y de golpes, que acompañan escenas de guerras y batallas, para otros esta música tiene todo lo necesario para ser categorizada como un género propio, máxime en estos últimos años en los que esta música está siendo de lo más demandada gracias a las películas de Marvel y la gran cantidad de juegos de hazañas lanzados al mercado.
Es entonces en las películas de acción y en los videojuegos de guerra donde se generan los mejores escenarios para disfrutar de las composiciones de la música épica.
Si nos vamos al pasado a buscar lo orígenes de esta música, nos encontramos con sinfonías clásicas que ya poseían ese aire épico como es "Cármina Burana", la fantástica recopilación de cantos goliardicos de la época medieval y que gracias a haber formado parte de la banda sonora de algunas películas bélicas, a muchos les suena mucho más actual.