La primavera es época de amores,
dando paso al verano donde posas,
y se marchitan las hermosas flores,
las azucenas, los jazmines y las rosas.
Te veo revolotear cual mariposa,
que libas de aquel nardo su sabor,
pues deseas sentirte muy gozosa,
por los variados colores sin rubor.
Cuando paseas cogida de la mano,
por el camino que hasta valle lleva,
entre encinas, con dorad
o grano,
entre charcas de la hermosa vega.
Y te veo caminar entre la niebla,
que levanta el sol de la mañana,
y suspiro al escuchar el habla,
con la brisa de tu voz galana.
Aun así, en le sombra yo te espero,
para ver de tus mejillas su candor,
sintiendo en mi alma que te quiero,
y con requiebros conseguir tu amor.
Andrés Barés Calama, 03/07/2017.