"Es bueno que creemos una empatía con todas estas personas que vienen a sumar y a incorporarse a nuestra sociedad", asegura Jesús Juanes
Cruz Roja Salamanca conmemora este 20 de junio el Día Mundial de los Refugiados con una exposición en la Plaza del Liceo con la que pretende sensibilizar sobre el drama que viven millones de personas y sobre la importancia de contribuir a su integración.
"Queremos que la sociedad salmantina se implique y tome conciencia de la situación que viven estas personas que vienen huyendo del acoso, de la violencia y del rechazo en sus países", ha señalado Jesús Juanes, presidente de Cruz Roja Salamanca. "Es bueno que creemos una empatía con todas estas personas que vienen a sumar y a incorporarse a nuestra sociedad, personas que eran antes personas y que siguen siendo personas", ha añadido.
Precisamente, 'Personas antes y ahora' es el lema de la exposición que se puede visitar durante todo el día en la Plaza del Liceo, una exposición interactiva y emocional que tiene el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre la problemática de estas personas. "Intentamos provocar las reflexiones y la empatía y para ello hemos echado mano de las sensaciones físicas con paneles y fotografías que evocan imágenes y recuerdos y nos pongamos en la piel de las personas que llegan a la ciudad y qué necesitan", han señalado desde Cruz Roja Salamanca.
Javier Vicente, coordinador provincial de Cruz Roja en Salamanca, ha recordado que el año pasado atendieron a 123 personas refugiadas y que en este momento la institución presta ayuda a 20 refugiados en primera fase, en viviendas, y 42 más en segunda y tercera fase que proceden de diferentes nacionalidades como Venezuela, Colombia, El Salvador, Ucrania, Rusia, Siria, Palestina, Costa de Marfil, dentro del programa de atención activado por el Gobierno.
Ramil Gurbanov, periodista
En la apertura de la exposición ha participado Ramil Gurbanov, periodista de Azerbaiyán y refugiado en Salamanca, quien tuvo que huir de su país por publicar artículos negativos sobre la corrupción y la dictadura de su país. Asegura que se encontraba amenazado y "me detuvieron y golpearon", una situación que le llevó a buscar una vida mejor fuera de Azerbaiyán. "Estábamos en una depresión porque no sabíamos que vida nos esperaba, pero al llegar a Salamanca recibimos la ayuda que necesitábamos y ahora estamos felices y tranquilos", ha explicado.
Fotografías: Alberto Martín