Abriendo fronteras

De regreso a la Comarca de Ciudad Rodrigo donde fue representada el pasado fin de semana, con el éxito al que nos tiene acostumbrados, "Teresa, la jardinera de la luz", desplegó de nuevo todos los medios interpretativos que el grupo responsable de su puesta en escena tiene a bien ofrecernos. La localidad que en este último viernes del mes de mayo tuvo la fortuna de ver esta obra fue la fronteriza Fuentes de Oñoro. Situada ya en tierras casi portuguesas, su ubicación ha supuesto uno de los nudos de comunicación del país vecino con el resto de Europa, pasando por nuestro territorio provincial y nacional. Gentes de muchas procedencias tienen que llegar hasta este lugar para seguir su camino hacia otros destinos. Fuentes de Oñoro facilita la tarea, puesto que su Aduana en el puesto fronterizo siempre permanece abierta desde finales del siglo pasado. Es pues una localidad rica, con tres entidades: La Colonia de la Estación, dada la importancia de ésta; el primitivo Pueblo y el Poblado nuevo creado por el progreso e incremento de habitantes que el desarrollo ha propiciado. En vida de Teresa de Jesús estas tierras fronterizas estaban tan alejadas de todo y todos, y tan mal comunicadas, que ella misma, a pesar de su intrepidez ante la vida, se resistió a fundar algún convento de su nueva y reformada Orden Carmelita.

Sin embargo de la mano de 'Lazarillo de Tormes', la voz y verdad de Teresa ha llegado, no sólo a Ciudad Rodrigo, que en la actualidad ya tiene Comunidad de hermanas carmelitas, sino a muchos de los pueblos aledaños. Sabido es que este año, Jubilar Teresiano, la propia Diputación salmantina auspicia la tarea de tan ya conocido grupo de teatro, para que su montaje "Teresa, la jardinera de la luz" llegue a todos. Todos tienen el escenario adecuado: el altar de su iglesia parroquial, donde unos actores aficionados, con intensos tintes de profesionalidad, representan la vida en directo de una mujer, y ante todo mujer, vista a través de las emociones y aprendizaje de sus hermanas de entonces.

En la parroquia de María Auxiliadora de Fuentes de Oñoro, iglesia de nueva construcción que en estos días ha celebrado su fiesta, se instala un púlpito y una réplica exacta del órgano del maestro Salinas, coetáneo de Teresa. Y en su bello y amplio altar mayor donde la Madre del Dios que amó la carmelita preside la escena, unos sencillos hábitos de la época envuelven a unas actrices que nos hacen olvidar que lo son en su defensa ante un padre dominico inquisitorial de su injustamente injuriada madre. El actor de 'Lazarillo de Tormes', se nos antoja en su magistral interpretación del oscuro reverendo, como la llave que no deja abrir la puerta a la libertad, conciliación e igualdad de oportunidades que una Teresa de Jesús dura y tierna, brava y obediente al mismo tiempo preconizaba para la injusta sociedad de su tiempo.

Dicen que el origen del nombre Fuentes de Oñoro es redundante al referirse a los muchos manantiales que brotaban en las orillas que lo enmarcan, en la denominación "fuentes". Pero al mismo tiempo Oñoro vendría de la confluencia del término prerromano "oño", río y "oro" río también. Queda clara la importancia del agua que siempre ha fluido en esta zona para sus pobladores. Así oímos fluir la vida, y obra de una Teresa de Jesús, que en esta puesta en escena se nos acerca en esencia de una manera tan real que implica a los espectadores que desde el XVI, vuelven a sus vidas con la misma sensación de actualidad y semejanza con las cosas de la sociedad en general que nos siguen preocupando. La fluidez y transparencia del agua es la misma que la que llega a través de este guión teatral sencillo, pero lleno de matices, profundo hasta en lo cómico por la ironía y espontaneidad que encierra y totalmente moderno y universal por la libertad con la que una mujer de elevada altura intelectual y emocional transmitió a sus congéneres.

Mes de mayo prolífico en fiestas para Fuentes de Oñoro, que conmemora la batalla que sus habitantes sufrieron en 1811, en medio del enfrentamiento de los ejércitos ingleses y franceses en su intento de dominio de Portugal. También lo hizo Teresa, con la lucha de intereses políticos y religiosos que mantenían los poderosos de la España de su siglo, y se colocó, como frontera que abrió caminos para que sus coetáneos sobre todo mujeres fueran capaces de decidir su destino. Una historia de tenacidad y valentía como la de este pueblo que también celebra el 24 de mayo a María Auxiliadora, patrona de aduaneros, gremio que tanto ha significado para ellos; y el Corpus Christi, cuyo reluciente jueves forma parte también del mes de mayo en este 2018. Cuerpo de Cristo que Teresa tanto adorara, y que a pesar de su imagen sagrada, y gracias a "Teresa, la jardinera de la luz", nos ha hecho ver a su enamorada como la mujer que era. Como el ángel que le nombra, el párroco de estas gentes no se apartó ni un instante de su iglesia-escenario, vecinos-espectadores, y actores-personajes, haciendo un guiño de colaboración y entrega a aquella mujer que tato se le aproxima en el alma.