CIUDAD RODRIGO | La carrera desarrollada en la noche del viernes contó con una participación inusualmente baja
En la despejada aunque algo fría noche del viernes se desarrolló una nueva edición de la Ruta de la Luna Lunera, una carrera atlética alejada del espíritu competitivo que tiene como principal finalidad pasar un buen rato corriendo mientras va anocheciendo.
La prueba ha venido contando en los años en que se ha celebrado con una participación más o menos fija que se ha movido entre los 20-35 corredores, pero en esta quinta edición ha sufrido un notable bajón de participación, enfrentándose a la prueba únicamente 7 corredores.
Como es tradición, la Ruta de la Luna Lunera se puso en marcha en la isla de El Picón, que estaba totalmente despejada de usuarios, ya que ?además de la hora- la meteorología no ha acompañado lo más mínimo estos días.
Hasta allí sí se acercaron otros dos habituales de la Ruta, que pese a no poder sumarse este año a la misma, sí quisieron estar presentes en la salida de una prueba de unos 12 kilómetros de distancia que alcanzó el agregado mirobrigense de Conejera, principalmente por tramos de tierra.