OPINIóN
Actualizado 21/05/2018
Jesús Garrote

Llevamos una semana que por algún episodio filtrado en la prensa de algún delito de nuestros chicos, de robo o de maltrato entre ellos que ha sucedido en la calle y que no hemos sabido evitar, de los que tampoco hemos sido cómplices los educadores y seguimos intentando poner soluciones. Varios comentadores anónimos se permiten opinar como siempre desprestigiando y nada constructivamente.

Curiosamente también, cuando la ley de protección de datos nos impide mostrar los muchos logros de los menores, sí permite delatarlos públicamente, nombrando la casa donde viven, como si nombraran a la familia de otros que delinquen pero no se nombra a sus familias.

No tenemos nada que ocultar ni siquiera en este periódico dónde colaboramos y no somos censores de ética o moral de los que describen los sucesos. Cuando hemos tenido buenos reportajes en algunos periódicos, mucha gente quizá no los lea, pero sí el morbo de ciertos sucesos que pueden aprenderse de memoria.

De los muchos alumnos con los que nos educamos, sobre seiscientos y sobre los ciento cincuenta internos, en casas de ocho de protección o medidas de convivencia en grupo educativo. El 95% está aprobando sus estudios, haciendo sus prácticas, y fuera de todo pronóstico empezando a tener una oportunidad de integrarse en la sociedad y volver a creer en ellos mismos. Estos que vienen rebotados de colegios y familias muchas veces, que se les ha rechazado y señalado desde la más tierna infancia, estos que ahora luchan por ellos y por otros en su misma situación. Algunos de ellos temporalmente, muchas veces hay tres o cuatro que están en situación de desesperación y no alcanzamos a competir con los traficantes y abusadores que se encuentran en las calles o urbanizaciones de Salamanca u otras ciudades.

La policía no tiene suficientes efectivos para atender a tantas denuncias y las leyes garantistas a veces favorecen que estos pederastas sigan aprovechándose de menores.

Es difícil cuando están desesperados que elijan estudiar, o bailar, o un abrazo cuando les compran con droga o con dinero manchado para que olviden con promesas falsas.

He citado muchas veces a una chica que decía voy desesperadamente buscando afecto y sólo encuentro sexo.

Aunque vayan un tiempo a Zambrana seguiremos estando ahí, para maltratados y maltratadores, porque muchas veces son víctimas del mismo círculo del mal, van en el mismo barco y aprenden a quererse, juntos sacan la ESO y juntos se enamoran.

La diversidad enriquece y de un aparente desorden nace el mejor orden, el que nace del corazón y derriba los muros del miedo. Aquí se forjan itinerarios de vida, no sólo académicos. Pero sigan insultando, sigan opinando sin molestarse en conocer la verdad, sigan ajusticiando y guillotinando, sigan creyéndose mejores sin mover un dedo para hacer el bien. No sólo en las redes sociales se venden verdades a medias y sensacionalismos, independientemente del daño que puedan hacer.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >CONSTRUYENDO ITINERARIOS DE VIDA.