La última de encuesta del CIS, acerca de qué sucedería en unas elecciones generales, parece dejar una cosa clara, hay un empate técnico entre tres fuerzas (PP, C's y PSOE) por el liderato, descolgándose de esta lucha por la primera posición Unidos Podemos.
Y es que, por un lado, la encuesta recoge la misma tendencia de otros sondeos, que apuntan a la caída del PP a favor de C's (que recogería el 9% de caída en votos de los populares respecto a las pasadas generales). Sin embargo, este hecho no evita que en ella se recoja como ganador al PP, con un escaso margen sobre C's y PSOE.
No obstante, las diferencias entre estos tres partidos serían mínimas, y estarían dentro del margen de error que posee el sondeo (2%), por lo que se puede hablar sin ningún género de dudas de un empato técnico entre PP, C's y PSOE.
Por su parte, como cuarta fuerza se situaría Unidos Podemos, si bien ya bastante descolgado de los partidos mencionados. En este sentido, la encuesta del CIS apunta a una ligera mejoría de los morados respecto al sondeo anterior, presumiblemente por haber perdido fuerza el problema catalán entre las preocupaciones de los españoles. Sin embargo, la formación liderada por Pablo Iglesias se sitúa aún lejos de los resultados que obtuvo en las elecciones de 2016.
En cuanto a líderes más valorados, el primer lugar lo ocupa Joan Baldoví, del partido valencianista Compromís, con un 4'1, lo que le convierte en el único político español con una valoración superior a cuatro en este sondeo.
Ciñéndonos a líderes de partidos nacionales, los más valorados son Alberto Garzón (de IU) y Albert Rivera (de C's), con un 3'8, seguidos de Pedro Sánchez (3'4), Pablo Iglesias (2'8) y Mariano Rajoy (2'6).
A este respecto, la diferencia de valoración entre Alberto Garzón y Pablo Iglesias, con un punto de diferencia entre ambos (3'8 y 2'8), hace cuestionarse hasta qué punto le conviene a Izquierda Unida mantener la coalición con Podemos, y si no le iría mejor a la formación de Garzón yendo sola a los comicios.
Este hecho también pudo observarse en la encuesta que hizo pública hace un mes SyM Consulting sobre las elecciones autonómicas en Castilla y León, que señalaba que IU y Podemos empatarían en escaños de ir por separado. Asimismo, en dicho sondeo se recogía una caída del PP a favor de C's, que dejaba a los populares lejos de la mayoría absoluta, siguiendo con representación en Cortes el PSOE, los mencionados Podemos e IU, así como los leonesistas de UPL.
Volviendo sobre la encuesta del CIS para las elecciones generales, llama la atención el hecho de que ni el bloque que podríamos denominar 'de derechas' (PP-C's) ni el que podría llamarse 'de izquierdas' (PSOE-Unidos Podemos) alcanzaría la mayoría absoluta, tal y como ha explicado el presidente de la consultora analítica GAD3, Narciso Michavila, y ha recogido La Vanguardia.
En este sentido, PP y PSOE se verían beneficiados para el reparto de escaños por el sistema electoral y una mayor presencia fuera de las grandes ciudades. Así, el PP obtendría en torno a 95 diputados, seguido del PSOE, que lograría 90. Más lejos, C's y Unidos Podemos empatarían a 69 escaños.
Este reparto de escaños conllevaría que, salvo que PP y PSOE acordasen entre ellos una gran coalición, la posibilidad de formar gobierno en España pasaría a estar en manos de los nacionalistas catalanes, que obtendrían 18 escaños (12 ERC y 6 el PDeCat). Y es que, ni una coalición PP-C's ni una PSOE-UP podría apoyarse en los escaños de PNV (6), Bildu (2) y CC (1) llegado el caso, ya que no alcanzarían para lograr la mayoría absoluta según las estimaciones.
De este modo, las conclusiones sobre la encuesta del CIS que podemos sacar son la descomposición parcial del PP a favor de C's, el estancamiento del PSOE, la incapacidad de Unidos Podemos para recuperar el terreno perdido respecto a 2016, y la dificultad que puede llegar a darse de cara a formar gobierno sin tener que apoyarse en los nacionalistas catalanes.
En todo caso, dado que las próximas elecciones generales serán en 2020, veremos qué sucede entonces. Y es que, a 2 años vista, las encuestas no dejan de ser juegos matemáticos en base a posibles modas o tendencias que pueden esfumarse o cambiar antes de las elecciones.