La nueva religiosa, originaria de China, quiso tomar su profesión solemne en presencia de su madre, novicia en el convento para vida contemplativa vitigudinense
Presidida por el superior de la Comunidad Agustinos Recoletos, José Miguel Lerena, además de varios sacerdotes de la misma congregación, María Sun Shen tomó sus votos perpetuos de pobreza, castidad y obediencia como hermana de la congregación Misioneras Agustinas Recoletas, acto que tuvo lugar en la capilla del convento de Santo Toribio de Liébana en Vitigudino.
El motivo de esta ceremonia solemne en el convento de vida contemplativa de Vitigudino era por deseo de María Sun Shen, hija de María Zhang, novicia que aspira a obtener su profesión solemne en Vitigudino, lo que le impide abandonar el convento.
La ceremonia se convirtió en toda una fiesta al contar con parte del coro de la parroquia de San José Obrero situada en el barrio Pizarrales de la capital salmantina, que puso música y voz a la eucaristía a la que acudieron numerosas personas de la capital salmantina, también varias de origen chino, lo que motivó la anécdota de la tarde al realizarse el rezo del Padre Nuestro en la lengua del país asiático, pues no en vano también asistían varios sacerdotes chinos con residencia en las casas que la Orden posee en Madrid y Salamanca.
A ellos y al resto de sacerdotes presentes en la ceremonia, a sus hermanas de congregación, a las Agustinas Recoletas de Vitigudino, a la madre superiora general, y a todos los asistentes, María Sun Shen daba las gracias por su presencia y por haberla apoyado hasta este momento, pero sobre todo agradecía las oraciones dedicadas de su madre, María Zhang, para que escogiera el camino que este domingo confirmaba con votos perpetuos en Vitigudino.
A la conclusión de la ceremonia y las fotos de rigor, religiosas, sacerdotes y público degustarían un convite de dulces en una de las salas del convento de Santo Toribio.