La Feria Municipal del Libro irrumpe en el corazón de la ciudad, allí donde más se la necesita, palpitante entre casetas arteriales de ramas florecientes, páginas de música y múltiples diálogos que fluyen, oxigenan y revitalizan dentro y fuera de la carpa.
Como ciudad de ciudades, Salamanca nos regala estos días bien llamados de feria una luminosa librería de librerías donde conviven, entre sístoles y diástoles, infinitas lecturas de lecturas.
Si te pierdes en ella (como quien habita un libro), dónde te encontrarás.