OLVIDO
Si todo lo hago por sobrevivir,
silencios sin fin,
traen vida a la vida,
tu risa vacía es canto celestial,
a mis oídos.
¡Y sonrío amor! ¡sonrío!,
aunque el alba es puñal
de mudos secretos.
Y en este terco sentir,
los soñadores poetizamos,
embellecemos el olvido,
preñado de iniquidades,
y absurdos abatimientos,
donde descarnada,
se consume en la larga noche,
la tea del amor que pudo ser?
II
Te mueres amor,
en la flor que no nace,
en el rincón selecto
de la primavera,
en la estrella apagada,
en la calma del pájaro volando hacia lo absurdo,
en el silencio,
de la piedra musgosa,
huella fósil de mirada amarga
con ribetes de sangre,
¡ Y yo que te soñé eterno!
III
Fuiste risa en el cierzo,
cristal,
cielo,
voz,
grito,
sueños,
flor que se abre al viento
destino incierto.
Isaura Díaz de Figueiredo