El comentario es general a la vista de la rotura de la pesquera de San Jerónimo: como se empieza a vislumbrar, este verano el estiaje del Tormes dejará un panorama desolador, con el lecho del río a la vista y trechos de barro y suciedad en el entorno del puente romano y de la catedral. Y con el calor vendrán los mosquitos, los olores, la huida de las aves?
El desastre podía ser menor si no fuera porque aguas abajo la pesquera de Tejares ?que hubiera podido retener la lámina de agua entre las dos pesqueras? se halla rota también desde hace años. (Lo estuvo entre 2011 y 2013 y luego desde septiembre de 2015 hasta ahora). Y los vecinos y transeúntes vienen padeciendo y denunciando esa situación de insalubridad todos esos años, sin que el ayuntamiento, ni la CHD, ni el Seprona hayan hecho caso alguno.
Sin embargo, el Plan de ordenación urbana a tenía ambas pesqueras en el Catálogo de elementos etnológicos con protección integral, debido a su antigüedad y a su integración "en la imagen del río y de la ciudad". Por ello, preveía en ellas unas obras de consolidación, conservación y restauración que, evidentemente, no ha hecho nadie. Es más, la Confederación viene abogando por la demolición total de la pesquera de Tejares o por dejar que ella misma "colapse" ?así dice un informe suyo? por falta de mantenimiento. Se alega que no tiene valor hidrológico y que su rotura no causa daños al medio natural; antes al contrario, contra toda evidencia la CHD habla de "recuperación ambiental" en este entorno (?).
El catálogo de despropósitos de la CHD y del Ayuntamiento en esta cuestión roza lo inenarrable. Empezó con la ubicación del parque de vehículos de la limpieza en zona inundable y de dominio público ?una obra sobre la que pesa sentencia de ilegalidad?; siguió con la rotura parcial de la pesquera de Tejares hecha por el ayuntamiento en 2011 y avalada por la Confederación ?rotura que paró una decisión judicial promovida por los vecinos con una fianza de 10.000 euros?; continuó con la multa de otros 6.000 euros a unos vecinos que intentaron taponar el roto arrojando al río los escombros dejados por la obra interrumpida ?sanción por "obras sin licencia" (!) que fue notorio abuso de poder y arbitrariedad por parte del alcalde Fernández Mañueco?. Item más: el abandono de la pesquera que da lugar a su segunda rotura; el cambio de criterios respecto a la inundabilidad del parque de vehículos (al final, resulta que no es inundable); el retraso de las obras de reparación y limpieza del río en Tejares (la rotura es de 2015, el proyecto de 2016 y debía ejecutarse en 2017); la tabarra con el Plan Tormes +, que lleva años de publicidad sin que se haya hecho nada?
Razones todas ellas más que bastantes para tener encerrados a los políticos y técnicos responsables de todos estos desaguisados en la jaula de los ineptos ostentóreos hasta que San Juan baje el dedo.
(Imagen: la pesquera de Tejares rota)