En silencio, ese que parece bañar los instantes previos a la llegada de la magistral noche, era el perfecto compañero del Santo Cristo del Humilladero y Nuestra Señora de las Lágrimas, en su peregrinar este Martes Santo, inaugurando además los desfiles procesionales de esta intensa semana en Peñaranda.
Fueron cientos los fieles que se agolparon a las puertas de la Ermita para vivir su salida triunfal del templo, acompañados por el constante cariño vecinal y los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad de Cofradías.
La procesión, que este año variaba su recorrido provocando puntos de vista encontrados entre cofrades y público, estuvo acompañada por representantes de la Corporación Municipal, con la alcaldesa Carmen Ávila a la cabeza, a los que se sumaban representantes de la Guardia Civil y las diferentes cofradías, destacando la ausencia de acompañamiento del Cabildo de la cofradía, que no contaba con ningún integrante en este importante acto.
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Y nuevamente, quizás cada vez más multitudinario, el momento de mayor emoción se producía a las puertas de su nuevo emplazamiento temporal como es la Ermita de San Luis. Tras una sentida oración pronunciada por el párroco de la ciudad Fernando García, los costaleros del Santo Cristo introducían la imagen en el templo de rodillas, instantes de gran esfuerzo, lo que generaban una gran ovación de la multitud de fieles que abarrotaron los alrededores de la Ermita, y a la que siguieron vítores y palmas hacia ambas tallas.
El próximo acto procesional se llevara a cabo a las doce de la noche de este miércoles, con la Procesión de Penitencia, organizada por la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de su Madre la Santísima Virgen de la Misericordia. Un desfile que partirá desde la parroquia, recorriendo Plaza Agustín Martínez Soler, Plaza de la Constitución, Ricardo Soriano, Isabel la Católica, calle Carmen, Nuestra Señora, Honda, Plaza Santa Apolonia, Bebedero y vuelta al Templo.