Cada comarca natural, guarda en sus municipios, el amplio y rico manojo de las esencias tradicionales que por diversas vías, procesos e interacciones se han trasmitido, de generación en generación, posibilitando que, con pocas variaciones, lleguen hasta nuestros días y las generaciones presentes puedan conocerlas, asimilarlas y, una vez interiorizadas, y ,de forma inercial, trasmitirlas hacia la posterioridad.
Ese proceso de interiorización no es, por más que se diga, un hecho instantáneo o acontecer automático, ni tampoco depende de una referencial temporalidad, instrucción intencionada, o circunstancia sacada al uso, más bien está, por nuestro parecer, en consonancia con las empatías propias de cada persona (y su familia), que trascurre, desde el nacimiento, en el momento de su conformación y personalización, adhiriéndose, como una capa tras otra, a cada sujeto.
Desde esa vivencia interior (que es singular y entroncada con lo grupal, se trasmiten aquí, entre nosotros, los hechos tradicionales de cada una de nuestras comarcas, en lo que supone un acercar al presente convivencial, de amplio aporte familiar y de proximidad, situaciones del ayer más o menos próximo, que recrean formas, usos, costumbres, decires, ritos, hechos, ? ya vividos, en su personificación, por nuestros antepasados.
Estamos ahora, con tales procesos, ante algo que constituye nuestro "patrimonio integral"(social- de lo material, inmaterial y moral- y antropológico) que, si se nos permite, significativamene lo enfatizaríamos como nuestro "constitucional patrimonio ambiental", y con ello, al añadir tal aserto, nos trasladamos, guste o no guste, y para ser más concretos, tanto a la CE´1978 como a la CE´1931.
Nuestro patrimonio ambiental, en Sa+Za+Le (léase Región Reino Leonés), es constitucionalista por decisión de la Libre Voluntad Soberana de la nación Española.
Francisco Iglesias Carreño, Ciudadanos Zamoranos