Queda poco más de un año para las elecciones municipales, autonómicas y europeas y ya se empieza a vislumbrar en el comportamiento de algunos partidos ese ambiente 'farolero' pre-electoral.
Uno de estos 'faroles' lo ha lanzado el PSOE, que ha solicitado de cara a la galería (con su consiguiente eco en prensa) que se realice un estudio para la reapertura del ferrocarril Vía de la Plata. Y aunque, en principio, este hecho podría parecer una buena noticia para el Oeste, que hiciese vislumbrar una posible reapertura en un futuro cercano, lo cierto es que donde detenta el gobierno autonómico, en Extremadura, este partido está haciendo precisamente todo lo contrario.
Ciertamente, me parece de un cinismo y una desfachatez absoluta esa doble moral, ese doble discurso, el de pregonar una cosa y hacer la contraria. No, señores del PSOE, no se puede estar levantando las traviesas de la vía entre Plasencia y la provincia de Salamanca y a la vez querer vender la idea de que se está por la reapertura de la vía. No se puede desmontar la vía y convertirla en vía verde donde se gobierna, por ejemplo en Alba de Tormes, a la par que se vende en prensa que se quiere la reapertura. Sencillamente, eso es demagogia y tomarnos por tontos.
Por otro lado, es cierto es que en su día el PSOE de Zapatero incluyó la reapertura de la Vía de la Plata en el Plan del Oeste, pero de ese proyecto nada se volvió a saber, y no se dio paso alguno para lograr la reapertura, más allá de plasmarlo en un Plan del cual la mitad de los puntos no se llegaron a cumplir.
Por ello, podríamos calificar también aquella promesa de 'farol', y desde luego, aquel Gobierno no logró deshacer el agravio que supuso para el Oeste la decisión tomada por otro gobierno del PSOE (en este caso de Felipe González), que cerró la Vía de la Plata con la aquiescencia de la Junta de Castilla y León, que no tuvo reparos en mirar hacia otro lado ante el cierre.
Y es que, en lo que a la Vía de la Plata se refiere, el cinismo y la falsedad de las élites políticas han llegado a rozar lo esperpéntico. Porque no solo ha sido el PSOE el que ha intentado apuntarse a la promesa de la reapertura cerca de elecciones. El PP no se ha quedado atrás en este asunto.
En este sentido, es imposible no recordar la promesa que hizo en su día José María Aznar en Benavente, cuando prometió que "la próxima vez volveré en tren", comprometiéndose así con acometer la reapertura de la Vía de la Plata cuando llegase al Gobierno. Pero, en este caso, las promesas también se las llevó el viento, y el PP no solo no reabrió la Vía, sino que además, ya en la 'era Rajoy', inició el desmantelamiento de esta vía ferroviaria en diversos puntos de León, Zamora y Salamanca.
Asimismo, en la presente legislatura tanto el PP como sus compañeros de pupitre, C's, rechazaron, en el Senado primero y en el Congreso después, todas las iniciativas presentadas que solicitaban la reapertura de la Vía de la Plata.
Y entretanto, el Oeste sigue sufriendo en silencio las consecuencias del cierre de la vía, de haberse quedado sin un tren que le vertebre, y por qué no decirlo, también las de que el viejo y casi olvidado Reino de León no haya accedido a tener su propia autonomía, primando los intereses del vecino que le administra el salario, llámese Valladolid o Junta de Castilla y León.
Y es que, desde que se creó la autonomía de Castilla y León, en el año 1983, la Región Leonesa ha perdido más de 133.000 habitantes, lo que supone que entre León, Zamora y Salamanca han cargado a sus espaldas casi el 90% de toda la pérdida poblacional de la autonomía.
Pero el daño no queda solo en estas tres maltratadas provincias, sino que tiene consecuencias en nuestro entorno. Así, de nuestro estado comatoso y falta de actividad económica se ven contagiadas casi todos aquellos territorios que nos rodean. De este modo, los peores datos de despoblación de España, tras la Región Leonesa, los posee Asturias, que casualmente tiene su mayor frontera con tierras leonesas. Otro tanto se puede decir de las provincias gallegas, donde Orense y Lugo, las fronterizas con la Región Leonesa, son las que arrojan peores datos, y lo mismo se puede decir de Cáceres en Extremadura, Ávila en Castilla y Tras-Os-Montes en Portugal.
En todo caso, viendo los datos demográficos, sus consecuencias, y el cierre de la Vía de la Plata, uno se sigue preguntando si, de haberse creado una autonomía leonesa, los gobernantes de turno habrían tenido narices de arrancar de cuajo a una región como el Reino de León su columna vertebral.
Y es que actualmente, en el año 2018 en que nos hallamos, con la Vía de la Plata cerrada, y desmantelada parcialmente por decisiones de PP y PSOE, solo nos queda que estas formaciones nos 'vendan la moto' de la reapertura. De ilusiones vive el hombre, y de prometer y no cumplir con lo prometido quienes calientan la poltrona en representación, supuestamente, de este nuestro olvidado Oeste. Se acercan las elecciones y se abre la veda para la temporada de 'faroles'.