No quiero que mis versos este mundo
toquen con su luz. Tiene una forma
acabada su imagen. El vacío
no cabe en él. La suma de su tiempo
sin esquinas da un número ingenuo,
como una flor. Por eso mi poema
no se acerca. Su andar mudo encamina
hasta la orilla, pero se detiene,
y desde ahí contempla el escenario
donde la geometría, sin secretos,
explica de las formas la figura.
Otros son los autores de la vida,
el espíritu infunden en el alma
con su tinta. En sus manos fue puesta
la tarea de dar al universo
un nombre en relación con su misterio.
Mi obra resulta más modesta. Solo
consiste en evitar que esta estrofa
el curso de tu día no modifique,
que no altere su orden delicado.
Que siempre la verdad de lo que existe
conserve su pureza y su frescura.
Luna de principios de marzo en Suzhou, China
Suzhou, China
2018.03.10
Juan Ángel Torres Rechy
torres_rechy@hotmail.com