El excomisario europeo destaca la solidaridad de todos los partidos durante la Transición, en los grandes temas, frente a las discrepancias actuales
El excomisario europeo y exministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, ha sido el protagonista del Foro Cultural '40 años de la Constitución' celebrado en el colegio mayor San Bartolomé. Oreja definió la Transición española, en la que tuvo un papel destacado, como una época "interesante" al abrirse una nueva etapa desde diciembre de 1975, con un recuerdo "muy bueno".
Un pasado que forma parte de la historia frente a la situación actual, en la que el excomisario echa en falta una "visión de Estado", algo que le preocupa porque "España es lo que debe prevalecer, me preocupan las dudas y las vacilaciones". Respecto al papel de España en el contexto europeo, ha afirmado que es importante porque, en general, "se están haciendo las cosas bien porque hay coincidencias básicas en el PP, PSOE y Ciudadanos".
El exministro, acompañado por el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, el vicerrector de Política Académica y Participación Ciudadana, Enrique Cabero y el director del colegio mayor, Guillermo Boscán, explicó que fue el cambio de presidente de Gobierno el que marca el camino distinto para España, hacia el periodo democrático. En este sentido, Marcelino Oreja ha hecho especial hincapié en el papel relevante que, tras la muerte de Franco, tuvo el rey Juan Carlos "que, a pesar de tener todas las facultades anteriores quiso descansar en el Gobierno", una decisión que a juicio de Oreja ayudó mucho al restablecimiento de la democracia.
Respecto al papel del primer Gobierno de Adolfo Suárez "que éramos 20 y quedamos seis", destacó la solidaridad que había, tanto dentro de la UCD como con el resto de partidos. Oreja manifestó que el diálogo en su área "era constante", tanto con el PSOE, como con el PCE, los nacionalistas, asegurando que siempre contó con un respaldo grande del resto de fuerzas políticas.
El exministro, que fue el encargado de iniciar las negociaciones para la entrada de España en la UE, definió la política exterior en ese momento como "de Estado" porque, aunque todo era nuevo, estaba clara la idea de que había que ir "hacia un sistema democrático pleno", que se logró con las elecciones generales de 1977 en las que Adolfo Suárez resultó elegido presidente.
El también excomisario europeo hizo referencia a la gran solidaridad que existía en esa época de todos los partidos en los grandes temas internacionales, frente a las grandes discrepancias que se producen actualmente, "aunque más en política interior que en exterior". Oreja recordó el acuerdo que había para la entrada de España en el entonces Mercado Común y las diferencias surgidas con la entrada de España en la OTAN, un asunto que dividía a los partidos, "incluso dentro de la UCD, aunque yo era partidario de la entrada".