La exposición 'Palíndromo' está compuesta por más de una treintena de esculturas, quince dibujos, once fotografías, dos vídeos y cinco intervenciones específicas
Hasta el domingo 25 de febrero de 2018, las salas 2, 3 y 4 del Da2, así como el vestíbulo de este centro, acogen 'Palíndromo', una exposición con obras de Alicia Martín, cuyo comisario es Sergio Rubira.
Los palíndromos son palabras o frases que se leen igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. No se altera su significado porque las letras están colocadas repitiendo el mismo orden. Están construidos de forma simétrica y permiten que la vista los recorra de un lado a otro y del otro al uno: se deja de escribir o de leer, y se descubre que las letras y las palabras tienen forma, desvelando su condición de dibujo. "Odio la luz azul al oído".
"Esta experiencia del palíndromo es similar a lo que sucede cuando se contempla una escultura de Alicia Martín. Los libros soportan el texto, sí, pero en sus esculturas son algo más. Se transforman en elementos plásticos con los que se construye algo distinto a una biblioteca", explica Rubira.
El comisario de la muestra afirma que "los libros en la obra de Alicia Martín son formas con las que se crean nuevos relatos que van más allá de los que contienen. Dejan de ser libros y pasan a ser letras o palabras con las que escribir un nuevo texto. Adquieren las características de los personajes; de algún modo, se animan y comienzan a ocupar la salas, incluso parasitándolas, como sucedía en 'La casa tomada' de Julio Cortázar".