Ignacio Galán, presidente del grupo Iberdrola


EMPRENDEDORES
Actualizado 21/02/2018
Redacción

Ignacio Galán, presidente del grupo, ha asegurado que "el plan aprovecha las oportunidades que brinda el nuevo entorno digital"

Iberdrola invertirá 32.000 millones de euros durante el período 2018-2022, sentando las bases para un crecimiento sostenible en la próxima década. Más de un 90% del total se destinará a actividades reguladas o con contratos a largo plazo, de acuerdo con la estrategia del grupo de centrarse en negocios con retornos estables y predecibles. Así, 15.500 millones de euros -cerca del 50% del total- se destinará a Redes, 11.500 millones de euros -un 37% de la inversión-, a Renovables y 2.800 millones de euros -un 9%-, a Generación y Clientes. El 4% restante -1.400 millones de euros- corresponderá a Generación Contratada[2].

Ignacio Galán, presidente del grupo, ha asegurado que "el plan es totalmente coherente con nuestra estrategia de los últimos años, al tiempo que aprovecha las oportunidades que brinda el nuevo entorno digital. En esencia, continúa centrando el crecimiento en oportunidades específicas de negocios regulados y con contratos a largo plazo, que ofrecen visibilidad de los ingresos, mantienen una cartera de proyectos diversificada geográficamente y permiten un mayor crecimiento más allá de ese marco temporal".

La mayor parte de las inversiones previstas -un 75%- está ya comprometida o prácticamente asegurada. Por divisas, un 38% se ejecutará en dólares, un 25% en euros, un 19% en libras esterlinas y un 18% en reales brasileños.

Gracias a estas inversiones, la compañía prevé incrementar su potencia renovable un 24% respecto al cierre de 2017, hasta los 36.200 megavatios (MW). También aumentará su capacidad de almacenamiento, que pasará de los 80 gigavatios hora (GWh) actuales a 100 GWh al final del periodo (+25%).

Por lo que respecta al negocio de Redes, la empresa experimentará un crecimiento del 38% en su base regulatoria de activos, alcanzando los 40.000 millones de euros respecto al pasado ejercicio, especialmente en Brasil y Estados Unidos.

Además, la capacidad de generación contratada aumentará hasta los 10.600 MW, un 82% más que la actual. En lo relativo al negocio comercial, el número de servicios a clientes crecerá en nueve millones, hasta alcanzar los 32 millones en 2022 (+40%).

Como consecuencia, el grupo espera que un 35% del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 2022 se genere en euros, un 29% en dólares, un 20% en libras esterlinas y el restante 16%, en reales brasileños.

Los planes de la compañía están en plena sintonía con los tres vectores fundamentales del proceso de transformación que está viviendo el sector energético en la actualidad: la descarbonización, que lleva consigo un fuerte proceso de electrificación de la economía; los avances tecnológicos, que están permitiendo reducir los costes y crear nuevas oportunidades de negocio; y la mayor conectividad del consumidor, que le dota de un mayor protagonismo y capacidad de interacción.

Estas tres tendencias refuerzan la focalización de Iberdrola en sus tres negocios principales: más renovables, más redes y más inteligentes y más soluciones para el consumidor. La compañía acelerará su creación de valor en estas tres áreas a través de cinco pilares estratégicos:

Crecimiento rentable: las inversiones se destinarán a una cartera de proyectos que combina la creación de valor en el largo plazo y la obtención de caja en el corto y medio plazo.

Excelencia operativa: Iberdrola, cuyo gasto neto operativo es ya un 23% inferior a la media de sus competidores europeos, continuará incrementando sus niveles de eficiencia. Para ello, implementará un plan de ahorro de 1.000 millones de euros, que se ejecutará a través de sinergias, digitalización e implantación de las mejores prácticas en áreas como compras, operación y control.

El cliente como centro de todas sus actividades: las redes serán cada vez más inteligentes, adaptándose a las nuevas necesidades del consumidor, como la integración del vehículo eléctrico. En renovables, se implementarán contratos a medida de estas tecnologías, se promoverán nuevas soluciones tecnológicas que se adapten cada vez más a los hábitos del cliente y se reforzará el crecimiento de los acuerdos de venta contratada de energía a consumidores industriales.

Optimización del capital: el grupo implementará un plan de rotación de activos por importe de 3.000 millones de euros y estará abierto a posibles acuerdos con socios para proyectos renovables (partnering green). Todo ello se combinará con una gestión activa de su deuda, tal y como se viene haciendo por parte de la compañía.

Digitalización e Innovación: Iberdrola espera que las iniciativas relacionadas con la digitalización generen 600 millones de euros de Ebitda para 2022. Esta aportación será posible gracias a las mejoras operativas, la transformación de procesos y los nuevos productos y servicios.

Previsión de beneficio 2018-2022

Los planes de Iberdrola para el periodo 2018-2022 permitirán a la compañía continuar incrementando sus resultados. Según las previsiones del grupo, el Ebitda se situará entre los 11.500 y los 12.000 millones de euros al final del periodo. Se espera que el 84% del beneficio bruto de explotación para el año 2022 provenga de actividades reguladas o con contratos a largo plazo.

Por negocios, y sobre el rango mencionado de 11.500-12.000 millones de euros, la contribución al Ebitda de Iberdrola por áreas quedará de la siguiente forma: Redes aportará el 50%; Renovables, el 27%; Generación y comercial, el 16%; y Generación contratada, el 7%.

La empresa espera que la eficiencia, medida con el ratio gasto operativo neto sobre margen bruto, mejorará en 2022 desde el 31% de 2017 al 26%, suponiendo un ahorro acumulado superior a los 1.000 millones de euros en el período.

Por otra parte, la plantilla permanecerá estable en el entorno de los 35.000 empleados, si bien se prevé un 10% de rotación de la misma, en donde las jubilaciones naturales permitirán la actualización de la organización, la atracción de talento joven y la formación continua de sus profesionales para abordar con éxito las exigencias del nuevo entorno competitivo y de la digitalización.

Los fondos generados en operaciones (FFO) ascenderán a 42.000 millones de euros en el periodo, de forma que excederán las inversiones realizadas en todos los negocios. La solidez financiera del grupo medida con el ratio fondos generados en operaciones (FFO) sobre deuda neta alcanzará el 24%, desde el 21,5% de 2017.

Al final del periodo, Iberdrola mantendrá inversiones en curso por valor de 9.000 millones de euros, que asegurarán la generación sostenible de resultados más allá de 2022 y permitirán sentar las bases de su crecimiento en la próxima década.

Por su parte, y como consecuencia de todo lo anterior, el beneficio neto se situará entre 3.500 y 3.700 millones de euros en 2022.

Esta positiva evolución permitirá a la compañía mantener su política de remuneración al accionista, que crecerá en línea con los resultados del grupo, manteniendo un pay out de entre el 65% y el 75%. De acuerdo con las estimaciones de la compañía, ello implicaría alcanzar un dividendo de alrededor de 0,4 euros brutos por acción en 2022.

Iberdrola prevé además continuar llevando a cabo su programa de dividendo flexible, manteniendo el número de acciones del grupo en 6.240 millones a través de un programa de recompra de acciones similar a los ejecutados durante los últimos ejercicios.

Resultados 2017: beneficio neto de 2.804 millones ? (+3,7%)

Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.804 millones de euros en 2017, lo que supone un incremento del 3,7% respecto al ejercicio anterior. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 7.319 millones de euros en el periodo (-7,3%), debido a la pobre evolución del negocio en España como consecuencia de la baja producción hidroeléctrica.

Esta cifra también incluye una partida extraordinaria de gastos destinados a planes de eficiencia que asciende a 203 millones de euros y que contribuirán a mejorar la eficiencia futura del grupo. Excluyéndola, el Ebitda ajustado hubiera alcanzado los 7.522 millones de euros.

Por negocios, el Ebitda de Redes aumentó un 3,6%, hasta 4.228 millones de euros, y el de Renovables creció un 6,1%, hasta 1.592 millones de euros. Sin embargo, el área de Generación y Clientes, lo redujo un 29%, hasta 1.601 millones de euros, debido a la escasa producción hidroeléctrica ya mencionada en España por efecto de la sequía, así como a los menores márgenes y mayores gastos por obligaciones gubernamentales en Reino Unido.

Las inversiones del grupo continuaron incrementándose, hasta alcanzar los 5.891 millones de euros en 2017, un 38% más que en el ejercicio anterior. De este importe, el 90% se destinó a negocios regulados o con contratos a largo plazo y un 72% correspondió a proyectos de crecimiento.

AVANGRID: crecimiento del 6% en su beneficio ajustado

AVANGRID, la filial norteamericana de la que Iberdrola tiene una participación del 81,5% del capital y cotiza en la Bolsa de Nueva York, también presentó una evolución positiva en 2017. Su beneficio neto ajustado ascendió a 682 millones de dólares, un 6% más que en 2016.

La compañía mantiene un dividendo mínimo anual de 1,728 dólares por acción y prevé aumentar la retribución a sus accionistas en 2018, gracias al crecimiento esperado de sus resultados.

En el marco de la ejecución de su Plan Estratégico, AVANGRID realizó inversiones valoradas en 2.262 millones de dólares (+18%) en las áreas de Redes y Renovables.

Es importante señalar, además, que la reforma fiscal aprobada por el Gobierno de Estados Unidos ha supuesto un impacto neto positivo de 1.284 millones de euros para el grupo Iberdrola. Dicho importe ha sido destinado casi en su totalidad a provisiones y ajustes del valor de ciertos activos, lo que lo que refuerza y optimiza su perfil de negocio.

Remuneración al accionista

Los resultados obtenidos en 2017 han permitido al Consejo de Administración del grupo proponer a la Junta General de Accionistas, convocada para el próximo 13 de abril, una remuneración complementaria con cargo al ejercicio 2017 de hasta 0,18 euros brutos por acción.

Este importe se añade a los 0,14 euros brutos por acción abonados el pasado mes de enero en concepto de dividendo a cuenta de los resultados de 2017, con lo que la retribución al accionista con cargo al pasado ejercicio ascendería a 0,32 euros brutos por acción, un 3,2% más que la correspondiente a 2016.

Compromiso con la sociedad: dividendo social

Iberdrola ha continuado contribuyendo al desarrollo social de las regiones donde desarrolla su actividad durante 2017. El propósito del grupo es mantener esta senda ofreciendo, además del dividendo a los accionistas, un dividendo social creciente, inclusivo y sostenible.

Por lo que respecta a sus empleados, Iberdrola ha realizado, solo en 2017, 4.103 contrataciones y mantiene su apuesta por el desarrollo de su equipo humano, ofreciendo cuatro veces más horas de formación por empleado que la media de empresas europeas[3]. Asimismo, Iberdrola ha sido la única utility europea incluida en el 2018 Bloomberg Gender-Equality Index, como reconocimiento a sus políticas de igualdad de oportunidades y de género. Cabe destacar que la compañía genera, a través de su actividad, 400.000 empleos en el mundo.

A lo largo de 2017, el grupo ha realizado compras a 22.000 proveedores por valor de 8.700 millones de euros. Asimismo, ha aportado más de 7.100 millones de euros en concepto de impuestos y tributos durante el pasado ejercicio[4]. También destaca su apuesta por la innovación, con una inversión en I+D+i en 2017 de 246 millones de euros, un 17% más que en el ejercicio anterior.

Finalmente, Iberdrola ha reafirmado su compromiso de reducción de emisiones. En la actualidad, las de la compañía son un 32% inferiores a la media de sus competidores europeos y tiene el objetivo de alcanzar los 150 gramos de CO2/kWh para el año 2030, lo que supone una reducción del 50% respecto a sus niveles de 2007.

Todas estas actividades muestran cómo Iberdrola ha incorporado Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda de las Naciones Unidas para 2030 a su estrategia. En este sentido, la compañía ha ligado su plan de incentivos a largo plazo a su contribución a los ODS 7 y 13 -energía asequible y no contaminante y acción por el clima, respectivamente-. Además, Iberdrola es uno de los principales emisores mundiales de bonos verdes y ha cerrado recientemente dos líneas de crédito por valor de 5.300 millones de euros cuyas condiciones están referenciadas al cumplimiento de indicadores de sostenibilidad.

[1] Según últimos datos reportados

[2] Las cifras de inversiones por negocios excluyen las inversiones de Corporación.

[3] Datos de 2016.

[4] Según informe PwC, basado en la actividad de Iberdrola en 2016.

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