Los propietarios y trabajadores de las tiendas nos cuentan las mayores dificultades y las ventajas que tiene un pequeño negocio
Ante la llegada de nuevas superficies y centros comerciales a la ciudad y al barrio, muchos son los comercios locales que luchar por sobrevivir frente a esta competencia. Las tiendas de barrio van desapareciendo y cada vez gastamos más dinero en grandes cadenas, dejando a un lado los establecimientos de toda la vida. Algunos, con más de treinta años abiertos al público, mantienen su servicio, pero otros, sin embargo, han tenido que cerrar sus puertas ante la fuerte competencia.
Tras visitar algunos comercios minoristas del Barrio de Pizarrales como Frutería Cantalpino, Pollos Calimero, Iluminación González, Droguería Miguel o Luisinda, hemos conocido las dificultades a las que hacen frente cada mes, así como las grandes ventajas que para el público presentan estos pequeños negocios.
A diferencia de las grandes superficies, es muy probable que el carnicero, la frutera o cualquier otro dependiente de un comercio local, puedan ofrecerle consejos y recomendaciones útiles sobre los productos que venden. ¿Se imaginan las calles del barrio vacías o sin comercios?
Vídeo: Lydia González y Leticia González