La tinta brota de vuestros dedos, dibuja palabras, descubre sueños.
Sois aire descarnado, puro, brisa que abraza y embelesa, un beso lanzado al vacío.
Sois manos entrelazadas mecidas al compás de una batuta generosa.
Sois vida, preciado corpúsculo a modo de tenaz cincel deseoso de esculpir sus pensamientos en su lienzo.
Sois tañido de aurículas y ventrículos.
Sois reales, con vidas normales que no se conforman.
Sois admirables y admirados. Un suspiro interminable de paz.
Los miércoles pasan a ser una nueva esperanza, allí, en ese lugar y momento alguien escribe para nosotros.
Queridos Joaquín, Toñi, Marian, Vero, Guillermo, Mª Teresa, Mar, Candela, Mª Nieves, Alquimista, Zulima, Miguel, entre estas palabras se encuentran las emociones que no se pueden plasmar, estáis todos vosotros. Entre estos renglones existe una gratitud eterna.
Para comprender bien hasta donde alcanza vuestro hermoso gesto de ser simplemente personas buenas me gustaría que os sentarais unos minutos frente al "Circo de las mariposas" allí reflejados estáis vosotros y también la Fundación Aviva.
De nuestra "humilde imperfección" nace la belleza.
Escribir bien es embalsamar palabras, un canto de esperanza.