Para demostrar que estás enamorada o enamorado. Para demostrar que le/la/lo/les/las/los quieres. Para demostrar que eres feliz. Para demostrar que no eres feliz. Para demostrar lo que piensas, sientes, crees, deseas, comprendes, amas. Para demostrar cuál es el precio de tu idea sobre el amor.
¡Para demostrar cuál es el precio de tu idea sobre el amor! Para demostrar que te importan las tradiciones, que te importan las fechas señaladas, que te importa el progreso del mercado. Para demostrar qué. Para demostrar. Para qué.
Pero hoy ya puedes olvidar el compromiso. Ya no necesitas demostrar que te importa el progreso del mercado, que te importan las fechas señaladas, que te importan las tradiciones. ¡Ya no necesitas demostrar cuál es el precio de tu idea sobre el amor! Ya no necesitas demostrar cuál es el precio de tu idea sobre el amor.
Ya no necesitas demostrar lo que amas, comprendes, deseas, crees, sientes, piensas. Ya no necesitas demostrar que no eres feliz. Ya no necesitas demostrar que eres feliz. Ya no necesitas demostrar que quieres a alguien. Ya no necesitas demostrar que los/las/les/lo/la/le quieres. Ya no necesitas demostrar que estás enamorado o enamorada. Ya no necesitas demostrar. De momento.