Katiuska, la mujer rusa es una opereta en dos actos, con música de Pablo Sorozábal y libreto de Emilio González del Castillo y Manuel Martí Alonso. Está escrita en prosa y verso, y a pesar de que, Katiuska, la mujer rusa, es por muchos conocida como zarzuela, es en realidad una opereta, una obra lírica de tono más ligero, pero sin caer en el género revista.
Esta obra, estrenada el 28 de enero de 1931 en el Teatro Victoria de Barcelona contó con muchas anécdotas que se cuentan en las memorias de maestro Sorozábal, como que a pesar de preferir dedicarse al sinfonismo terminó por aceptar el campo lírico debido al éxito económico que aportaba a los autores de la época.
A la hora de ir al registro se enontraron con otra obra ya registrada con este nombre, por lo que tuvieron que añadir: la mujer rusa. El caso es que algunos conocemos esta obra como Katiuska, al habersele elimindado por temas políticos, como la guerra civil y la Rusia roja, su sobrenombre la mujer rusa.
Su estreno fue agridulce. La música sí llegó a gustar al público pero el libreto falló. Sorozábal tuvo la suerte de escuchar algunos comentarios en la calle y comprendió que lo que fallaba era el segundo acto, por lo que se lo explicó a González del Castillo. Con esta premisa rehicieron el segundo acto completo y en diez días se estrenó la misma obra pero con un nuevo segundo acto, llegando a ser un gran éxito. Dentro de esta obra se hicieron especialmente conocidos la romanza del barítono La mujer rusa, el dúo del soprano y del barítono Somos dos barcas, o el fox-trot A París me voy.
Además, a pesar de que Katiuska se refiera al nombre Katia en diminutivo, que equivale a Catalina en español, se ha adoptado para llamar así a las botas de agua precisamente por esta opereta, al llevar la protagonista Katiuska unas botas altas de media caña que recordaban a las utilizadas en los días de lluvia y acudir, posteriormente, la mujeres a las tiendas pidiendo unas botas como las que llevaba Katiuska.