220
A mí, que me lo expliquen.
Resulta que políticos y politicastros se pasan la vida hablándonos de democracia, de derechos, de justicia? Y hasta de igualdad. Pero, vaya, que cada vez que hablan, sube el pan? Y la gasolina, la electricidad, la ropa, el calzado. Por subir, hasta suben en las encuestas, que ya es el colmo del humor negro.
A mí, que me lo expliquen, que no me lo cuenten: ¿Cómo es posible que sigan ahí? ¿Cómo es posible que aún no les hayamos dado la patada en el culo que les propulse a sus casas donde puedan contar sus mentiras a grifos, persianas o balcones.
Han convertido la política en el arte de mentirnos, de limitarnos, de mantenernos en la cuerda floja, porque mientras nos entretenemos con nuestros equilibrios, no notamos que nos mienten, que nos roban, que nos tratan como a tontos.
Será que un poco de lo último tenemos.