OPINIóN
Actualizado 04/02/2018
Carlos Javier Salgado Fuentes

Esta semana el alcalde de la localidad armuñesa de Pajares de la Laguna, Juan Antonio Benito de Dios, del Partido Popular (PP), se ha erigido en protagonista de una polémica, jalonada con insultos repartidos a diestro y siniestro, y que le han llevado a ser denunciado por el Senado ante la Fiscalía.

Todo comenzó cuando al ayuntamiento que preside llegó una notificación desde el Senado, solicitándole documentación sobre las actuaciones llevadas a cabo por el consistorio de Pajares de la Laguna, de cara a realizar el cambio de denominación de la calle Diego Salas Pombo, dado que ésta incumple los preceptos de la Ley 52/2007 (la conocida como "Ley de Memoria Histórica").

Para quien se pregunte el por qué de la dedicación de dicha calle a Salas Pombo, cabe señalar que se ciñe al periodo en que ejerció como Gobernador Civil de Salamanca, habiendo sido previamente fundador de Falange en La Coruña y Gobernador Civil en dicha provincia, así como, más tarde, de Valencia, cargos todos ellos ejercidos durante la dictadura, habiendo sido también vicesecretario general de Falange y procurador en las Cortes franquistas entre 1943 y 1977. En este sentido, en dichas Cortes votó contra la Ley para la Reforma Política, que facilitó la posterior llegada de la democracia representativa a España.

Pues bien, ante la misiva remitida a Pajares de la Laguna por el Senado, exigiéndole documentación acerca de las acciones emprendidas para cambiar la denominación de dicha calle, a su alcalde no se le ocurrió otra cosa que responder llevándose a todos por delante, entrando al trapo como un elefante en una cacharrería.

De esta manera, Benito de Dios 'atizó' al grupo que solicitó al presidente del Senado la petición de dicha documentación, en este caso Compromís, tildándolos de "vagos y maleantes, violentos y antisistema, delincuentes y matones, proterroristas y antidemócratas". Pero la cosa no quedó ahí, y se decidió a aprovechar la coyuntura para 'repartir palos' al presidente del Senado, Pío García-Escudero, a quien calificó en su carta como "mamporrero", pese a ser miembro de su propio partido.

Por si esto fuera poco, no se escapó de la quema el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien el alcalde de Pajares de la Laguna describió como un "individuo indigente mental", poniéndole el apodo de "El Rojo" en su carta y presentándolo como un "presidente de gobierno salido del humo de unas bombas de origen desconocido".

Asimismo, el regidor local justificó el incumplimiento de la Ley 52/2007 en lo que concierne a la mencionada calle, escudándose en que "se reclama en base a una ley aberrante, abyecta ley que va contra el sentido común" (aunque cabría recordarle que su propio partido, no ha cambiado ni derogado la misma, a pesar de haber tenido mayoría absoluta la pasada legislatura).

Por otro lado, tales afirmaciones son tanto como querer decir, que él solo piensa cumplir las leyes que se amolden a sus gustos, algo bastante inapropiado vistos los tiempos que corren en Cataluña, ya que desmontaría el argumentarlo esgrimido por todo el constitucionalismo (incluido su partido), que recuerda allí que las leyes están para cumplirlas, algo que debería exigírsele a todos.

Por todo ello, el alcalde de Pajares de la Laguna se enfrenta ahora a las querellas interpuestas por el propio Senado y por Compromís por los insultos que profirió al presidente de la Cámara Alta y a los senadores de dicho grupo, habiendo solicitado asimismo el PSOE su dimisión por los insultos vertidos también sobre José Luis Rodríguez Zapatero. Por su parte, el PP, partido del alcalde, le ha abierto expediente disciplinario por dicha respuesta enviada al Senado, aunque no se ha planteado aún la expulsión del mismo (quizá tengan cierto peso en este sentido los 1.350 euros en subvenciones que recibió el PP por los 5 concejales que posee en Pajares de la Laguna, y que peligrarían de cara a las próximas elecciones en caso de expulsión).

Por otro lado, este escándalo ha destapado la existencia en la web del ayuntamiento de Pajares de la Laguna, de un apartado denominado "manifiestos", que recoge artículos de opinión de corte ultraderechista, lo que ha motivado que Compromís haya solicitado la intervención de la web municipal por parte del Estado, indicando que "este señor en su muro personal puede propagar cualquier ideología de extrema derecha, pero no puede utilizar la web oficial del ayuntamiento para estos fines."

Asimismo, desde este grupo han solicitado al sindicato de enseñanza ANPE que aparte de la Junta de Personal de Docentes de Salamanca a Juan Antonio Benito de Dios, en la que ejerce el cargo de Secretario de Acción Sindical, presidiendo también, en la sección autonómica de ANPE, el Comité de Garantías y Derechos.

Del mismo modo, con esta polémica se ha puesto en entredicho la labor que podría estar ejerciendo el actual alcalde de Pajares de la Laguna como profesor, y especialmente su continuidad en el cargo que ejerce actualmente como director del CEIP San Mateo, ubicado en la ciudad de Salamanca.

Ante todo este revuelo causado, Benito de Dios ha querido salir al paso, señalando que "en ningún momento ha sido mi intención ofender", indicando que "si alguno de los términos ha ofendido a alguien, lo retiro y pido disculpas". Asimismo, ha querido quitar hierro al asunto indicando que "en el Senado no tienen ningún sentido del humor. Se lo han tomado a la tremenda", escudándose en que "tampoco he amenazado a nadie".

No obstante, parece que poco le dice a este regidor el artículo 18 de la Constitución, que consagra el derecho al honor y a la propia imagen, habiendo aprovechado una entrevista para señalar que, si se le condena, será por una parcialidad del juez, y no porque realmente lo exija la legalidad, al indicar que "si viene un juez podemita y me condena pues lo asumiremos".

Y es que, en este país nuestro, parece que las leyes solo se pretenden cumplir según convenga, pudiendo afirmarse que tenemos un Estado de Derecho bastante débil socialmente, ya que hay importantes sectores de la sociedad que no aceptan la legalidad establecida y consideran que sólo pueden aplicarse los preceptos que sean de conveniencia propia, cuando en realidad, en un Estado de Derecho, ha de cumplirse estrictamente con todas y cada una de las leyes vigentes.

Por otro lado, se puede estar en contra de una ley o institución, se puede desear su reforma o derogación, pero desde luego, el insulto y la falta de respeto no son las formas para exponer el punto de vista que cada uno tenga. Y en este caso, sin duda, el alcalde de Pajares de la Laguna ha errado profundamente en las formas, que no son propias ni dignas de una democracia, donde debe primar el respeto hacia quien piensa diferente, así como ante la Ley.

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