OPINIóN
Actualizado 28/01/2018
Soraya Herráez y Rebeca Martín

Esta semana hemos compartido varias propuestas vinculadas al concepto de "leer sin saber leer" tanto con maestros como con padres, bebés y otros lectoras. Nos emociona comprobar cómo nuestro trabajo cobra sentido desde la ciencia, la pedagogía y otras disciplinas que avalan el sentido de lo que hacemos. Y nos gusta especialmente esta imagen, que ilustra a la perfección nuestro concepto de lectura. Curiosamente, la encontramos en Internet y gracias a una profesora descubrimos que pertenece a la "Enciclopedia" Álvarez para niños. De nuevo, lo tradicional nos da la raíz para que puedan crecer nuestras ramas.

Os invitamos a que os imaginéis a un bebé, absorto ante todo lo que le rodea, descubriendo paulatinamente sonidos, tonos de voz, escenarios. El mundo se abre ante sus ojos y una voz adulta le permite apropiarse de las cosas que le llaman la atención. Durante uno de sus paseos ve un árbol. Primero solo será capaz de mirarlo y la voz que le acompaña le regala el nombre "Es un árbol". Y lo repite en cada uno de los paseos.

Más adelante será capaz de señalarlo cuando lo vuelva a ver esperando que la voz le repita cómo se llama e incluso, más adelante, de balbucear por si mismo su nombre. Seguro que un día con un libro entre las manos, un libro con un árbol en la portada, tendrá la certeza de señalarlo con la convicción que señalaba el árbol del parque. Y recordará la voz que le enseñó su nombre y volverá a su vez a balbucearlo hasta que se apropie de la palabra ÁRBOL y con ella recuerde la voz, el parque, el libro? La vida.

Feliz Domingo.

Rebeca Martín.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Las raíces y las ramas de la lectura