Serafín Holgado, el recuerdo al abogado defensor de la democracia y la clase obrera

La noche del 24 de enero de hace 41 años, el abogado salmantino Serafín Holgado, de 27 años, fue asesinado en Madrid, junto a cuatro compañeros más, en el trágico suceso que se conoce como la Matanza de Atocha. En el despacho laboralista de la calle Atocha, al que Holgado se había incorporado tres meses antes, también murieron acribillados a manos de un comando de la ultraderecha los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides, Javier Sauquillo y el auxiliar del despacho Ángel Rodríguez. Otros cuatro resultaron heridos de gravedad, perdiendo el hijo que esperaba una de las abogadas.

Serafín Holgado, militante comunista, conocido en Salamanca por su defensa de la democracia y de la clase obrera, se incorporó en prácticas al despacho laboralista de Atocha, con las veinte firmas que se necesitaba para entrar. Los despachos de abogados, fomentados por el PCE en los últimos años de la dictadura, eran proyectos colectivos y Atocha formaba parte del mismo. Todas las decisiones se adoptaban en asamblea; la igualdad laboral y salarial era un hecho. Los salarios de todos los trabajadores del despacho se fijaban en función de las necesidades personales de cada uno. No se cobraba por consulta, ni por asesoramiento ni por juicio perdido. Sólo en caso de ganar el despacho percibía un porcentaje sobre el resultado económico del juicio. Y trabajando en el despacho fue asesinado a sangre fría junto a sus compañeros.

Más de 15.000 personas salieron a la calle para despedirlo

Dos días, las puertas de la Universidad de Salamanca recibían los restos de Holgado, donde fue velado en la capilla universitaria donde fue velado durante toda la noche. No hubo bandera roja, pero sí claveles rojos y silencio. El silencio acompañó al cortejo fúnebre desde la Catedral Vieja hasta el cementerio. Una treintena de coronas de flores rodeaban el féretro, ahora sí, cubierto con una bandera, 'Socialismo en libertad. PCE'. Un brazalete negro y otro rojo sacaban de la clandestinidad a los compañeros del PCE. Como recuerda https://pruebaholgado.wordpress.com las calles de Salamanca, nunca tan llenas de almas. Calle Compañía, plaza de Monterrey, plaza de las Agustinas, Ramón y Cajal, Héroes de Brunete (hoy, avenida Federico de Anaya), avenida Maristas (hoy avenida de Champagnat)? más de 15.000 acompañantes. Puños levantados, gargantas entonando La Internacional, palabras y versos que hablan de "la vida segada en flor por la violencia fascista". Era el adiós ?nunca olvido- al compañero.

Este sábado, el PCE y CCOO, como cada aniversario, volverán a recordar y a homenajear al abogado salmantino, en la tumba y junto al monolito de la calle que lleva su nombre, en el barrio Blanco, con la ofrenda floral.