«Todo lo que aumenta la libertad, aumenta la responsabilidad»
Víctor Hugo
Alguien tiene que soportar su peso, aunque para nadie sea plato de gusto. Aparece cuando menos se la espera aparejada a hechos dispares como una crisis económica, un atentado terrorista o ?como en esta ocasión? una nevada que bloquea una importante carretera de la geografía española. En algunos casos puede presentar connotaciones religiosas y la Real Academia de la Lengua Española la define como la "imputación a alguien de una determinada acción como consecuencia de su conducta". Por si aún no se han dado cuenta, me refiero a la culpa.
Durante los últimos días diversos políticos y tertulianos se emplean a fondo en busca del culpable ?o culpables? de que miles de personas permanecieran horas con sus vehículos bloqueados por la nieve en una de las principales autopistas del estado. Esta circunstancia ha sido ya objeto de reproche a la empresa "responsable" de la vía y a algunos gobernantes.
Sin embargo, quizás habría que plantear la posibilidad de que desde la administración ?tanto pública como privada? no se pueda prevenir todo tipo de situaciones, especialmente aquellas vinculadas a las inclemencias meteorológicas. Al tiempo que los ciudadanos debemos reflexionar sobre nuestra responsabilidad en estos escenarios cuando, por ejemplo, a pesar de la meteorología decidimos viajar en un vehículo sin cadenas de nieve o exponernos a grandes peligros en actividades de ocio como la escalada.