Era la Nochebuena de 1914, en "La Gran Guerra", hubo un acontecimiento futbolístico con tintes de leyenda. El Imperio Alemán y Austrohúngaro se enfrentaba a Francia, Gran Bretaña y Rusia, ampliado posteriormente a otros continentes. Cuentan que aquel 24 de diciembre, en el frente de batalla en la frontera entre Francia y Bélgica, la niebla caía sobre los soldados que combatían en las trincheras en una noche de hielo permanente.
Las tropas alemanas encendían velas y decoraban los árboles, entonando el villancico "Noche de Paz, realizaban su particular celebración navideña. El ejército británico respondió en su idiolma "Silent Night", la atmósfera era única y estremecedora. Ahí, en ese momento, se estableció la "Tregua de Navidad", extendiéndose al día siguiente con el intercambio de regalos. El alto al fuego se coronó con un partido de fútbol entre los regimientos enemigos.
Las crónicas de este encuentro llegaron en forma de cartas y relatos de los supervivientes. El resultado final fue de 3-2 favorable a los alemanes que derrotaron a los ingleses. Pero la tregua sólo duró este espacio de tiempo porque los altos mandos dijeron que no debía volver a producirse esta confraternización. Pero aquel legado llegó hasta nuestros tiempos, el vehículo fue el fútbol y se conmemoró el centenario de dicha efeméride levantando un monumento en aquel lugar donde se improvisó aquel duelo futbolístico.