Elija una de las siguientes opciones:
Opción 1:
No salga de casa sin su paraguas: nunca se sabe qué puede llover ni desde dónde. A pesar de la experiencia de ediciones anteriores, no hay estudios que revelen en qué momento exacto empezará a vomitar la persona que tenga a su lado.
Escoja un atuendo cómodo pero elegante. Camine con firmeza (puede ser esta una noche resbaladiza). Sonría (por qué no).
Inspeccione la zona con prudencia y aterrice en la Plaza Mayor antes de que se ponga el sol. Escoja un lugar estratégico.
No se alarme ante las multitudes: la noche es joven y no necesariamente universitaria. Sonría (por qué no).
Trate de llegar al amanecer con dignidad. Disfrute.
Opción 2:
No salga de casa.
Aguarde a que llegue la Nochevieja Literaria con la que nos ilusionó Raúl Vacas hace un año (http://salamancartvaldia.es/not/100696/nochevieja-literaria/), en otra habitación de este mismo hogar.
Repita como mantra: "Si emociona pensarlo, imagínate hacerlo".
Imagíneselo.
No se rinda: cada vez somos más. Sonría (por qué no).
Trate de llegar al amanecer con dignidad. Disfrute.