La soledad se mece entre mi piel.
Presa por un mar de luz ardiente,
descansa en el sendero de un anochecer,
viste de marrón
la tierra en la que habita,
dora las aguas
donde el sol refleja su mirada.
Despierta en el camino de las sombras,
se oculta entre las ramas
para violar con sigilo
la piel de un nuevo encuentro.
Foto y Texto : SOFÍA MONTERO GARCÍA .