La vida tiene verdades transparentes como el agua. Para Neruda, su amada era como la noche, callada y constelada. Su silencio era de estrella, tan lejano y sencillo. En Perú, Alejandro Romualdo decía en su poema A otra cosa: Quiero salir al sol. Verle la cara al mundo. Y a la vida que me toca. Y al aire de este mundo abrir, de paz en paz, una esperanza. Todos tenemos nuestras verdades. La configuración del mundo, en su geometría y sus clepsidras, encuentra sus puntos de apoyo en ellas, sean blancas como las anteriores o sean negras, como las que todos conocemos. No obstante, si bien la Historia atestigua mil y una de ellas y se dice que no hay nada nuevo bajo el sol, no por ello deja de resultar pertinente poner de realce acontecimientos de actualidad, máxime cuando su sino está alumbrado por una estrella alta.
Como otros juristas en el pasado, Giovanni Boccaccio o Fernando de Rojas, hombres letraheridos, o como cualquier magistrado consagrado que usa citas o pasajes literarios para fundamentar sentencias, Alfredo Pérez Alencart, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, en connubio con la poesía, ha arrostrado por 20 años la inestimable empresa de vincular y emparentar las plumas de los poetas iberoamericanos. La ciudad de Salamanca, y con ella todos los pueblos de aquende y allende el Océano Atlántico sabedores y amigos de la poesía, esperan la llegada de estas fechas otoñales, para degustar de un Acto preparado con dos ingredientes infalibles: la vocación y la dedicación.
En esta edición, el XX Encuentro de Poetas Iberoamericanos se ofrece en homenaje al poeta Aníbal Núñez. En palabras de A. P. Alencart: «Ha sido un acierto la decisión que hizo la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes». El Alcalde de la ciudad de las dos catedrales, D. Alfonso Fernández Mañueco, expresa de esta manera su sentir: «[...] hoy corresponde reconocer la obra de un salmantino que merece ocupar un sitial mayor dentro de la lírica escrita en lengua castellana. Me refiero a Aníbal Núñez, de quien este año se memoran las tres décadas de su muerte, y a quien se dedica este consolidado encuentro, rotulando el evento y la antología con el título de uno de sus poemas: Explicación de la derrota.»
Mi primer acercamiento a la obra del autor de piezas como la que inicia: «Miguel Hernández, alto compañero, | yo te he escuchado cuando ya habías muerto. | ¿Será que estabas en el dulce huerto | de mi amargor temprano y agorero? || Arcángel eras de mirada triste...» Mi conocimiento de A. Núñez se debió al poeta peruano José Agustín Haya de la Torre. Una tarde ¿de primavera?, ¿de invierno?, de inicios de esta década puso en mis manos un volumen suyo, con estampas de la tierra de Castilla. No hizo falta más que leer un puñado de versos para que resaltara su oro negro y pureza. Estaba ante una rara avis cuya obra filtraba oscuridad del cielo y claridad del infierno. J. C. López Pinto lo retrata con maestría: «Mi vuelo es hondo | en tu palabra. | Pureza del aire desnudo | cegada de luz | y desgarro. | El fruto prohibido.»
Bellamente ilustrado con dibujos de Aníbal Núñez y con el pincel del pintor, poeta y profesor Miguel Elías, Explicación de la derrota. XX Encuentro de Poetas Iberoamericanos (Antología en homenaje a Aníbal Núñez ), coordinado por A. P. Alencart e impreso por la Editorial Edifsa y la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes (2017), se compone de seis apartados: presentación; pórtico; selección de poesía de Núñez; poema Explicación de la derrota, traducido a cuarentaiún idiomas; breve antología de ocho poetas de prestigio; y versos dedicados al vate salmantino por parte de 59 firmas.
Al inicio de estas palabras, hablábamos de la vida y sus verdades. Seguramente, usted, lector, suscribirá el necesario reconocimiento a empresas de envergadura, más, si cabe, cuando nos las mueven intereses parcos o mezquinos, sino nobles, desinteresados, honestos, como sucede ahora. La antología de 223 páginas resulta la punta de ovillo de una obra magna, con la mirada puesta en la creación de puentes literarios y humanos. Los Encuentros de Poetas Iberoamericanos «reiteran la vocación de nuestra ciudad como puente de palabras», se dice en la presentación. En su origen, se encuentran la Embajadora de la Cultura de Salamanca, D.a Pilar Fernández Labrador, y el poeta A. P. Alencart. Un nutrido número de cuentas, esfuerzos y, por qué no decirlo, sacrificios, integran el rosario lírico de la ciudad de Unamuno no solo para Iberoamérica, sino para el mundo entero. En el equipo de trabajo colaboran prestigiosos medios de comunicación impresos y digitales, grupos culturales y gente de gobierno. Los comités científicos constituidos para cada una de las ediciones se nutren de la experiencia acumulada de profesores de la universidad de la ciudad anfitriona y de conocedores y amantes de la poesía de otras partes del mundo.
José Amador Martín, amigo de Aníbal Núñez, canta en su elegía: «Hoy queda el duelo de palabras y otoños | de calles y plazas, de jardines y piedras | donde grabar tu nombre de sentida memoria | en las páginas del tiempo, donde tú reposas». Pero Aníbal hoy tiene tanta vida como ayer. Marcelo Gatica lo sabe: «El náufrago pierde el equilibrio | al contacto del vuelo de los versos. | Aníbal advierte su desazón, y | golpea suavemente su espalda, | y silenciosamente le dice? | por aquí los poetas somos sobrevivientes, | es decir, somos parte de la resistencia.»
En su colofón, leemos:
Te quedan más días rebeldes, Aníbal,
y también alguna mirada que hiela.
Mientras, aquí una remembranza
de lo que sembraste en pleno
invierno, obstinado en tus
renuncias para no estar
al lado del mercader.
Poeta, estás
vuelto.
[Programa]
I
II
21 de octubre de 2017
Suzhou, China
Juan Ángel Torres Rechy
torres_rechy@hotmail.com