El otoño con su luz ha llegado,
rociando la fragancia con su olor,
durante el verano bien guardado,
con su manto de variado color.
De verde fue pasando del estío,
A los ocres, los rojos y amarillos,
Los suelos se empapan de rocío,
Dejaron de cantar los grillos.
Me envuelve la ráfaga del viento
De la montaña por el valle al río,
Todo me parece un bello cuento,
Y me miro en tus ojos amor mío.
Ya sentado al amor de la lumbre,
Llegando tu sentir como reclamo,
Con el viento soplándome al oído
Diciéndome lo mucho que te amo.
Golpean las hojas la ventana azul
Y camino a lo largo del sendero,
Pisando las hojas como encaje tul,
Su sonido me dicen que te quiero.
Andrés Barés Calama