Parece ser que el Ayuntamiento de nuestra querida Salamanca se ha puesto de acuerdo con nuestra, no menos querida Universidad, para colocar un nuevo medallón en nuestra más querida aún Plaza Mayor. En esta ocasión será para un monarca, Alfonso IX de León, impulsor de la Universidad de Salamanca, que el año que viene cumplirá 800 años de existencia, motivo por el que ambas instituciones han pensado que será buena fecha para su colocación.
A pesar de los agoreros y la gente que nunca está de acuerdo con lo que se haga y que ve fantasmas por todas partes y chorizos que se aprovecharán de cualquier cosa que se haga en nuestra querida ciudad, yo estoy de acuerdo con ese medallón. Otros medallones adornan las enjutas de los arcos de la Plaza con muchos menos méritos y ahí están sin que nadie diga nada.
Me parece muy bien que el Ayuntamiento y la Universidad se pongan de acuerdo, aunque sólo sea de vez en cuando. Todos deseamos que sean más, muchas más, las coincidencias entre ambas instituciones, lo que redundaría en beneficio de la ciudad y los ciudadanos, pero bien está que para esta ocasión así haya sido.
Ahora queda que el Ayuntamiento también se ponga, de vez en cuando, de acuerdo con el pueblo, más aún cuando se trata de intervenir en una parte de la ciudad tan del pueblo, como es la Plaza Mayor.
Desde hace algunos años, y en repetidas ocasiones, he dicho que si la Plaza Mayor de Salamanca es el cuarto de estar de nuestra ciudad, como tantas y tantas veces se ha dicho, por qué no tenemos, colgada de sus paredes la fotografía (medallón) de uno de los salmantinos más queridos.
El año 2005 ya reivindiqué ese medallón para Gabriel y Galán, hubiera sido una buena fecha: 250 años de inauguración de la Plaza y centenario de la muerte de nuestro poeta. Nunca es tarde para enmendar errores. Una vez más le pido a nuestro Ayuntamiento que dirija su mirada hacia el pueblo, que tenga sensibilidad, que se olvide por un momento de reyes y repúblicas y que dedique un medallón al poeta del pueblo.