Plataforma Libres de Essure solicita los estudios que avalaron su comercialización
Ni en España ni en el resto de Europa se podrá vender el anticonceptivo permanente Essure, fabricado por los laboratorios Bayer. Ni se venderá ni se implantará. Este anticonceptivo se puso en el mercado por primera vez hace 15 años. Cerca de un millón de mujeres en todo el mundo lo usa. En España son unas 80.000 y en Estados Unidos, unas 750.000. Es en este último país donde ha habido más quejas y demandas por parte de las usuarias. Alrededor de 10.000 denuncias se han presentado contra Bayer por mujeres que aseguran que Essure no es tan eficaz ni seguro como proclaman los laboratorios alemanes. El producto ha sido prohibido en Brasil.
El pasado mes de agosto la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ordenaba la retirada del mercado del anticonceptivo Essure, después de que la compañía fabricante notificase la suspensión temporal del certificado CE del producto. Un mes después, este 18 de septiembre, se comunicaba el fin de la comercialización de Essure en todos los países excepto en Estados Unidos, aludiendo a problemas comerciales y no de calidad del producto.
Desde la Plataforma Libres de Essure han hecho público un comunicado en el que piden que "se den a conocer los estudios que avalaron su comercialización, las circunstancias en que la AEMPS aprobó este producto, la composición real del dispositivo Essure; el por qué los/as ginecólogos/as en particular y la SEGO en general, niegan tan rotundamente los problemas de las afectadas; y los estudios que avalen los tratamientos de hidrosalpinx mediante Essure en pacientes sometidas a técnicas de fecundación in vitro".
Desde la plataforma señalan que "en todo este proceso, las usuarias de Essure y, especialmente las afectadas por este método, no han sido tenidas en cuenta, ni para estudios de seguimientos sobre la efectividad del mismo, ni para un estudio sobre los efectos adversos a largo plazo. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) ha hecho caso omiso a nuestra propuesta de colaboración en un estudio realista".