Los alumnos de la escuela pusieron la nota de color y frescura a una tarde que se hace larga e insípida
La tarde cosechó aplausos sinceros, sobre todo para la corrida de Montalvo, y también para ese puñado de alumnos de la escuela, que puso la nota de color y la frescura a una tarde, que se hace larga e insípida. Ver a esa juventud capotillo en mano, es para un viejo aficionado volver al recuerdo de años que ya se fueron.
El desenjaule o desencajonamiento de parte de las reses que se van a lidiar en la Feria, ha sido siempre el primer festejo con el cual se abría la cortina, que daba paso, a espectáculos mayores en la plaza de toros de la Glorieta, Y se caracterizó siempre, por ser festejo muy popular, y bien acogido; sobre todo por las gentes de la provincia, y también por los barrios de la ciudad, dándose un día de descanso después de tanta labor campesina. Por ello la plaza generalmente era, (hoy mucho menos) un hervidero de gentes que venían a presenciar dicho evento con el fin de elegir entre las corridas, que saltaban a la arena, las de mejores hechuras, las que se mostraban más codiciosas, más igualadas, en definitiva era una muestra del sugestivo empaque o trapío de las reses, para aquellos que pasarían por taquilla.
Tampoco era antaño, ni tampoco hoy, cuestión baladí, esperar al termino del festejo el sorteo de abonos, y la famosa carterita de piel, que albergaba en su interior unos miles de pesetas, y, que los parroquianos suspiraban con tener suerte, para tener un buen pasar por la feria con la familia, o bien con el dinero dedicarlo a otros menesteres más acuciantes y necesarios, en aquellos tiempos, no diré que ni mejores ni peores, sencillamente son otros, hoy hemos visto que, algunas de las cosas, siguen ocurriendo, tan igual como entonces, siguen desencajonando los toros, la cartera alberga euros, pero lamentablemente, la plaza no se llena, y, el resto de emociones, se han ido diluyendo con el paso del tiempo. Pero el desenjaule, sigue, en su apertura de feria aderezado con buen ramillete de aspirantes de esta nutrida escuela de Salamanca, que hoy tentaron eralas de Esteban Isidro, y donde cada uno de estos "chavales" con buen desparpajo hicieron las delicias del público asistente.
Hemos visto también las corridas de Garcigrande, una corrida pareja, toros reunidos, y cómoda de cabeza, de equilibrada romana, que fue levemente aplaudida. Luego fue desencajonado los toros de Hermanos García Jiménez, corrida terciada muy escasa de todo y cara lavadita. Y, también gustó la novillada Esteban Isidro de la empresa, de pelo variado con dos jaboneros, con romana desigual pero fácil para hacer los lotes, no desentono fue aplaudida. Entre todos ellos ya lo hemos dicho la más cuajada corrida la de Montalvo, "eso sin ser de especial derroche, pero sobresaliente del poco cuajo, caras "lavaditas", del resto, para unos toreros de elevado cache. Pero en esto ya saben. Lo mejor y lo peor, es la tarde del festejo.
Fermín González (comentarista Salamanca RTV al Día)
Fotos: Miguel Hernández