Homos estupidenses

Sí, tenía que llegar y se acerca. El verano acabó y el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno, acertadas palabras de Joaquín Sabina. El otono es breve pero a mí me gusta. La vida se va ralentizando, los colores se suavizan, las temperaturas se hacen agradablemente frescas tras los calores, las calles retoman la rutina de la actividad ordinaria, incluso nuestros estómagos agradecen algo de reposo tras las frecuentes barbacoas, cervezas y excesos veraniegos. Sí, me gusta el otoño.

Este ha sido otro verano más de incendios. Miles de hectáreas calcinadas. En ocasiones por causas fortuitas en otras, la mayoría, los responsables son vándalos que provocan deliberadamente la agonía de los bosques, tambien la de ellos mismos y la de todos. No se trata de atentados contra el medio ambiente, sino de atentados contra todos los que habitamos este planeta.

Los árboles, los ríos, el aire, las montañas, ya estaban aquí antes de que llegáramos los que pomposamente nos autodenominamos "homos sapiens" aunque más que "sapiens" nos estemos ganado a pulso con nuestro actuar del calificativo de "estupidens".

Si la vegetación de la ladera de una montaña se quema, sólo es cuestión de tiempo que se recupere. Si el agua se contamina, se depurara cumpliendo su ciclo vital, no hay prisa. Si una especie se extingue, otra la sustituirá, cosas de la evolución y tiempo. Si un territorio se desertiza otra fauna y otra flora se adaptaran a él y lo colonizarán, cuestión de tiempo. El medio ambiente dispone de todo el tiempo del mundo, de ese mundo que presuntuosa creemos nuestro, pero a los que apenas nos queda para evitar la extinción es a nosotros, a los "homos estupidens"

Cuidar el medio ambiente es cuidar de nosotros mismos. El medio ambiente no necesita que lo cuidemos, se cuida solo, en todo caso debemos hacerlo en defensa propia. Porque es él quien cuida de nosotros y es por eso que le debemos respeto, en ello nos va la vida.

Para terminar me gustaría que conocieran unas curiosas leyes: "Las Cinco Leyes de la Estupidez[ii]"

1.- Siempre subestimamos el número de gente estúpida.

2.- La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la persona.

3.- Una persona estúpida es alguien que ocasiona daño a otra persona, o a un grupo de gentes, sin conseguir ventajas para ella misma, aun resultando dañada.

4.- La gente no estúpida siempre subestima el poder de causar daño de la gente estúpida. Constantemente se les olvida que en cualquier momento, y bajo cualquier circunstancia, el asociarse con gente estúpida invariablemente constituye un error costoso.

5.- Una persona estúpida es la persona más peligrosa que puede existir.

En fin la situación de esta Gea que habitamos es tal que, como bien señala el ensayista y novelista norteamericano William S. Burroughs: "Después de echarle un vistazo a este planeta, cualquier visitante del espacio exterior podría gritar: ¡¡ Quiero ver al gerente !!"