CANTALPINO | Una mirada interior al pueblo desde una amplia galería fotográfica de Ángeles Rebollo
Cada mañana, aquí, no tengo dudas de que despierto silenciosamente a la vida. Vengo despacio de la noche, que es como adentrarse en el pecho de un amante, que te produce pavor, que se desangra en un sentimiento que viene de lejos y te salpica y te anima a no rendirte.
Desde casa, al escribir, besas el tiempo antiguo y el nuevo, lo acaricias, recorres su piel y pides un nuevo encuentro al amanecer.
Viniste tú a recordármelo, sabiendo con certeza que en verano eres más amante, que el agua de tus manos es más fresca y me fijo más en la luna.
Pasan las horas lentas al calor de estos últimos días de agosto y me pregunto ¿qué haría yo con este sentimiento que me crece por ti cada mañana cuando abro la ventana bien temprano y sé que soy más libre en este cielo?
Juan Carlos López
Mirada gráfica de Ángeles Rebollo