OPINIóN
Actualizado 22/08/2017
Marcelino García

De esta forma, "la muerte de un criminal", han descrito las autoridades de la República Popular China la muerte del escritor y activista por las libertades y derechos humanos de los ciudadanos chinos y premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo.

Y Autor: Juan Luis Hernández Mira, activista por los Derechos Humanos

Y ¿cuál es el execrable crimen por los que Liu Xiaobo fue condenado a una pena de 11 años de prisión?, pues nada menos que tener la osadía de pedir más libertad y democracia para su país. Ni siquiera han tenido la mínima deferencia de facilitarle viajar al extranjero como solicitaban sus familiares, amigos y diversas organizaciones humanitarias para que pudiera ser tratado de un cáncer de hígado terminal que padecía y que muy posiblemente pudo agravarse por las condiciones de encarcelamiento que soportaba.

Liu Xiaobo, profesor de literatura en la Universidad de Beiging, que ya fue detenido durante 21 meses por apoyar a los estudiantes en las movilizaciones y después de los terribles sucesos de la Plaza de Tiananment en 1989, fue detenido de nuevo en diciembre del 2008 por firmar la "Carta 08", escrito donde diferentes intelectuales chinos solicitaban más apertura democrática en China. Por este hecho fue enjuiciado y condenado, acusándole de" incitar a la subversión contra el poder del Estado", cargo que es usado con frecuencia contra los disidentes criminalizando las críticas que puedan hacer sobre el gobierno chino. Propuesto por el PEN Club International (asociación internacional de escritores) para el Premio Nobel de la Paz, premio que le fue concedido en 2010 por "su larga y no violenta lucha por los derechos humanos en China" y que por supuesto no se le permitió asistir a su recogida. Las autoridades chinas dieron como respuesta una queja oficial ante el gobierno noruego y convocaron al embajador noruego para formular su protesta por tal concesión.

Su esposa Liu Xia también fue arrestada y permanece en arresto domiciliario sin poder tener contacto con el exterior, sin visitas, correo o teléfono. Situación que ha sido denunciada por Amnistía Internacional (con la publicación de un video describiendo su situación) y otras organizaciones de los derechos humanos en diferentes ocasiones debido a que está repercutiendo en graves problemas para su salud. Amnistía Internacional presenta la muerte de Liu Xiaobo como "el fallecimiento de un valiente que ha luchado hasta el final contra la injusticia y con su fuerza inspiró a millones de personas en China y en el mundo".

Hace unos años, tuvimos la oportunidad de tener en nuestra ciudad a: Li Jianhong, periodista y escritora china, asilada en Suecia desde 2008 por tener que huir de su país siendo acosada, perseguida e incluso encarcelada y finalmente acusada con cargos similares a los del Premio Nobel. Invitada por Amnistía Internacional para dar una conferencia sobre la situación de la disidencia en china y presentando particularmente su caso y situación. A Li Jianhong le fue negado el acceso a su país para poder visitar a su padre enfermo y prohibiéndole posteriormente su asistencia al entierro una vez que falleció. Al igual que Liu Xiaobo, a esto es a lo que se enfrentan los defensores de las libertades y los derechos humanos en China. Cualquier crítica o censura sobre las políticas represoras sobre la libertad de expresión o violación de los derechos humanos es contestada con reclusión domiciliaria y condenas a largos años de presidio.

Cuando se estaba celebrando la cumbre del G-20 en Hamburgo hace apenas unos días y con la asistencia de China, ya circulaba la noticia de la grave situación en la salud de Liu Xiabo, pero ninguno de los países asistentes tuvo la "osadía" de solicitar que pudiera ser atendido de su grave enfermedad en el extranjero como solicitaban sus familiares y amigos. Como es, por desgracia norma común, los intereses económicos y financieros de los grandes priman sobre los derechos humanos de sus ciudadanos. Así se explica la tibia reacción internacional al igual de la ambigüedad de nuestro gobierno expresando su sentimiento por la muerte de Lio Xiaobo pero sin mencionar ni la nacionalidad, ni la situación en la que se encontraba y los delitos por los que había sido encarcelado. Del mismo modo en la última reunión celebrada entre los presidentes de EE.UU. y Francia donde ni siquiera se mencionó el suceso, eso sí Mr. Trump calificó con estos términos al presidente chino: "El presidente Xi es un tipo genial, me gusta mucho estar con él y es una persona muy especial".

En el mes de enero del próximo año, cuando se celebre el Año Nuevo Chino y como acostumbramos en distintas organizaciones defensoras de los derechos humanos como es el caso de Amnistía Internacional, denunciemos la situación de prisión o acoso de las personas que están encarceladas por defender los derechos humanos en China, no podremos en esta ocasión y como hemos hecho en los últimos años, solicitar la libertad de Li Xiaobo, pero continuaremos presionando con nuestros actos y enviando continuos correos a las autoridades de la República Popular China para que ponga fin a esta represión y de acuerdo a Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas permita a sus ciudadanos expresarse libremente.

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