El egoísmo no se sostiene frente a la solidaridad; la soberbia sale por la ventana cuando la humildad entra por la puerta; el desengaño se alivia con empatía; la comprensión consuela la
decepción; la codicia se diluye en la generosidad; y la fidelidad es duradera cuando la entrega mutua perdura, es diaria la comprensión, el desprendimiento costumbre y la verdad consigna.