Cada vez que hablo con una persona nueva y sale algún tema referente a la música, veo que todo el mundo tiene formada su idea en cuanto a cuál es la mejor música. Hay algunos que prefieren temas lentos y melodías tranquilas y, sin embargo, otros prefieren temas más activos, más rápidos, más movidos.
Imagino que, como ya he dicho en otras ocasiones, depende también del estado de ánimo y del momento en que se encuentre la persona, pero en este tema no hay verdades absolutas ni hay estilos musicales mejores ni peores. Solo música mejor o peor ejecutada.
Las personas vamos modificando nuestras escuchas según pasan los años. Pensad que de niños nos gustaba un tipo de música que en la adolescencia ya no, y lo que nos gustaba en la adolescencia en la madurez ya no. Muchos diréis: Yo sigo escuchando lo mismo de siempre. Soy consciente de que en la mayoría de los casos, nos gusta escuchar aquella música que nos hacía sentir de cierto modo hace unos años, y quizá, muchos se han llevado una pequeña decepción al descubrir que en la actualidad no le sugiere lo mismo.
Sea como fuere, yo voy renovando mis escuchas cada poco tiempo, de este modo voy adquiriendo nuevos estilos musicales en mi discoteca de favoritos.
Y como no podía ser de otra manera, reviso aquellos temazos que escuchaba hace años para ver si me siguen diciendo lo mismo, o he cambiado.