La conducta de los jefes influye notablemente en el funcionamiento de los procesos que garantizan una productividad elevada de todos los trabajadores
Los beneficios de contar con un excelente ambiente laboral son conocidos ?o anhelados- por todos dentro del mundo empresarial. Que se cree ese ambiente propicio no es solo responsabilidad de los trabajares, sino también de los jefes; sin estar siempre presentes en las actividades con los diferentes equipos, la conducta de los jefes sí que influye en el funcionamiento de los procesos que garantizan una productividad elevada de todos los trabajadores.
Es muy común encontrarse con personas que se quejan de las actitudes de sus empleadores. Si no quieres forma parte de ese grupo, lo mejor es que apliques estos consejos para conseguir una mayor afinidad con tus empleados.
Ten en cuenta que gozar de unas buenas relaciones laborales con tus subordinados constituyen un excelente estímulo para su moral, lo que se traduce en un mayor compromiso para con la empresa y por lo tanto el desarrollo de la misma siempre se encontrará en lo más alto.
Para crear ese clima laboral favorable con el que todos soñamos lo mejor es que emplees los consejos que te mostramos más las mejores estrategias para motivar.
Sé humilde y discreto: En la mayoría de los casos los jefes de compañías deben tener un conocimiento global de todas las áreas que en ellas se desarrollan; y en esos ocasiones esto puede incluso proveerte más información que las tus empleados manejen, sobre todo los nuevos, pero eso no significa que puedas menospreciarlos.
Sé humilde para que no caigas en el error común de presumir sobre aquello que sabes, esa actitud de superioridad puede crear molestias y tensiones en el trabajo. Y discreto para evitar exponer las fallas de tus subordinados, ya que eso puede acarrear chismorreos y afectar la interacción entre los miembros de los equipos.
Recuerda que hay vida después del trabajo: No está para nada bien que los jefes crean que pueden contar que sus empleados incluso fuera de los horarios de oficina. Debes tener conciencia de que tus trabajadores querrán complacerte para no defraudarte, pero tomar injusta ventaja de esa disposición puede originar resentimientos por parte del capital humano de tu empresa.
Respeta su tiempo libre y establece una agenda organizada para que no queden pendientes que hacer fuera de las horas laborales. Todos tenemos vidas sociales y restarle importancia a ese factor no solo afectará las relaciones con tus subordinados, sino también la productividad de los mismos y su capacidad de presentar un trabajo excelente.
Mejora la comunicación: Una conducta muy arraigada entre los jefes del siglo XXI es comunicar cada pequeña cosa a través de emails u otros artefactos digitales. La interacción con tus empleados no es algo que se deba descuidar, incentiva las conversaciones para obtener de ellas un feedback inmediato sobre los procesos. Organiza reuniones regulares y establece un modelo ameno en el cual se desarrollen.
Muéstrate accesible: Las personas saben que sus jefes representan una fuente casi inagotable de experiencias e información que pueden facilitarles mucho sus trabajos; pero gracias a las conductas errónea por parte de los empleadores son muchos los que se cohíben de preguntarles para aclarar dudas o cualquier otra cosa, y eso está mal.
El deber ser es que los empleados puedan solicitar la ayuda de sus superiores sin problemas, por lo que es necesario que te muestres accesibles a sus inquietudes. Eso lo puedes lograr preguntando e indagando sobre sus laborales, una vez ellos entiendan que en ti tienen a alguien para resolver sus dudas los lazos laborales se afianzarán y todo mejorará.
Provéeles herramientas de desarrollo profesional: No existe nada que motive más a los empleados, y que ayude a crear un excelente ambiente laboral, que el poder brindarles oportunidades de desarrollo profesional. No escatimes en tiempo, dinero o esfuerzos para proveerles a tus empleados cursos o talleres que los capaciten y los hagan sentir importantes.
Saber que una empresa está dispuesta en invertir en uno, les da a los trabajadores un sentido de valoración mayor, lo que los motiva a dar el 100% de sus habilidades para cumplir sus objetivos y los de la compañía de forma eficiente. Comienza a involucrarte en la educación y capacitación de tus empleados para no solo beneficiarlos a ellos, sino también a toda tu organización.