Profesor de Derecho Penal de la Usal
El presidente Rajoy ha hecho un alto en sus vacaciones estivales y ha movilizado a toda la maquinaria estatal (que pagamos todos los españoles, claro está), para desplazarse a Chantada (Lugo) a apoyar y homenajear a su "amiguito de pupitre", Amancio López Seijas, en el 40 aniversario de la creación del grupo hotelero "Hotusa", del que aquél es el director general.
Indudablemente, tenemos que coincidir con el presidente del gobierno en la condena hacia todos los actos vandálicos que están sufriendo las infraestructuras turísticas españolas en los últimos días, dirigidas por grupos de exaltados. Que quede claro que esas conductas son siempre repudiables y por muchos problemas de suciedad, ruidos y hacinamiento que provoquen los turistas, no se puede actuar con esta violencia contra ellos y las empresas turísticas. Ahora bien, dicho esto, la condena debería ir acompañada de alternativas políticas para mejorar este sector que, como sabemos, aporta algo más del 11 % al Producto Interior Bruto de España. El acto de Rajoy se queda, por tanto, en una mera propaganda política electoralista (con fondos públicos, por supuesto, no del PP) y de apoyo a su amigo empresario, López Seijas, del que hablaremos posteriormente.
El acto escogido por Rajoy es el ideal para hacer política de la mala, criticar a sus adversarios y escenificar el presunto caciquismo de corrupción con el que ha gobernado el PP y que ahora se está sustanciando en los tribunales de justicia. Cuando alguna cadena de televisión estaba retransmitiendo en directo el evento, me recordaba más a alguna escena de las películas de Berlanga "La escopeta nacional" ó "Patrimonio nacional", que a un acto oficial de un presidente de gobierno que se preocupa por los intereses generales de todos los ciudadanos, no sólo de los que le votan.
Intervinieron en el homenaje, además de Rajoy y el presidente de Galicia Núñez Feijóo, el propio homenajeado, quién reconoció que su compañía hotelera se había "aprovechado" de la reforma laboral del gobierno del PP. Y tanto que se ha beneficiado de los contratos basura y las precarias condiciones laborales y salariales de los trabajadores de sus hoteles. Los sindicatos denuncian que no hay más que acudir a muchos de los juzgados de lo social de Barcelona para comprobar la infinidad de sentencias declarando despidos improcedentes realizados por este señor y de incumplimientos de contratos con sus proveedores. Los sindicatos le acusan también de trato indigno hacia sus trabajadores, de incorporar a gente en prácticas con contrato temporal y de reprimir con dureza a algunos líderes sindicales.
Las condiciones laborales de explotación rayanas a la esclavitud en el sector hotelero han sido denunciadas también por el empresario Antonio Catalán, presidente de la cadena "AC Hoteles", quién sostiene que "no se puede pagar tres euros por habitación a una camarera", culpando de ello a la reforma laboral del PP. Según él lo que hacen muchos empresarios de hostelería es despedir a las camareras con ridículas indemnizaciones y subcontratarlas a otras empresas de servicios que "las explotan". De esta forma "pasan de acogerse a convenios que fijan unos 1000 euros de salario, a otros que contemplan apenas 600 euros mensuales y, para colmo, tienen que trabajar seis días a la semana en lugar de cinco".
De estos dos modelos laborales aquí expuestos, el vigente por la normativa laboral, aplaudido por el director de "Hotusa" y el que propone Antonio Catalán, de trabajos estables e indefinidos que respeten la dignidad y los derechos laborales de los trabajadores, es decir, el que explota al ser humano, por un lado y el que respeta sus derechos, por otro, Rajoy se inclina claramente por el que proclama y defiende el señor López Seijas.
Aunque esta actitud de Rajoy no es de extrañar; los antecedentes de defensa de políticos corruptos de su partido, le traicionan, porque en su día ya manifestó que Francisco Camps (ex presidente de la Comunidad Valenciana) era un "extraordinario dirigente y un político honrado que tenía todo su apoyo", que quería el modelo del entonces presidente de Baleares (Jaume Matas) para "aplicarlo en toda España" y que Carlos Fabra (ex presidente de la Diputación de Castellón) era "un ciudadano y un político ejemplar". ¿Hasta cuándo nos va a seguir engañando Rajoy?