Luis Cruz-Villalobos (Santiago de Chile, 1976), acaba de editar un nuevo poemario, titulado BD (Hebel Ediciones, Santiago de Chile, 2017, colección Horizontal Poesía), el cual lleva prólogo del salvadoreño Sergio Inestrosa, profesor de español y asuntos latinoamericanos en el Endicott College (Massachusett, EE. UU.). Del mismo he seleccionado seis prosemas para disfrute de los lectores de SALAMANCArtv AL DÍA
Recordar que el poeta y editor chileno es ministro presbiteriano, psicólogo clínico y candidato PhD (VU Amsterdam). Cuenta con una amplia producción poética (además de trabajos académicos en sus áreas de especialidad), con más de cincuenta obras publicadas, dentro de las cuales se destacan: Poesía Teológica (2014), prologada por el reconocido filósofo norteamericano John D. Caputo, y Como Abrazo Exacto (2015), antología por mí seleccionada. (A. P. A.)
Portada de BD, nuevo poemario de Cruz-Villalobos
SY
sálvame querida de mí mismo y de todo aquello que no he podido ser
sálvame de los viajes que no he realizado y de los saltos y los abismos
sálvame de las muertes no vividas y de los pasos y tropiezos por llegar.
WD
el sueño visita los ojos y los hombros y no se conforma con visitas breves
quiere quedarse y dar su charla sin que nadie le interrumpa su discurso
pues es un pequeño tirano que sabe del poder que tiene sobre las vidas.
BH
susúrrame tu nombre como si quisieras darme un beso junto a mi oído
cuéntame que un día me viste pasar y quedaste cautivada por mi soledad
dime que escuchaste palpitar mi nostalgia tan gravemente que te atrapó.
SL
no podemos dar un amor que no sea sino la parodia escuálida
del que viene del cielo del cielo y que nos cubre con su manto
pues somos solamente estas briznas al viento que parten veloz.
TL
terrible ha sido el amor que nos ha sostenido en medio de las tormentas
terrible como un vaso de cristal rebosante de lava que arde y se mece
terrible ha sido nuestro amor pero también nuestra más quieta compañía.
FR
un día el fuego amó con pasión a la lluvia y le declaró su gran afecto
la lluvia no supo qué decir porque no tenía experiencia en apegos
entonces probaron el beso y el abrazo intensos y allí desaparecieron.