Tétrada salmantina y otros poemas fantásticos es un libro publicado por Trilce Ediciones, Salamanca, 2017, cuyo autor es el poeta José Luis Najenson quien traslada al poemario eruditos y enjundiosos versos que son tributarios de su doble condición de ar
El propio poeta explica el alcance y la naturaleza de su libro: "Llamar fantástico a un poema podría parecer una redundancia porque, en cierto modo, toda poesía lo es; ya que no hay versos sin alguna metáfora, explícita o implícita, y la metáfora, en última instancia, es fantasía. Pero aquí nos referimos a la temática de este libro, que enhebra sus poemas, y va desde la Cueva y el Astronauta de Salamanca hasta ciertos presuntos secretos en la vida del Gran Almirante, pasando por el Golem de Praga, un viento-íncubo de Buenos Aires y otros engendros imaginarios. Confieso que a veces no sé si la poesía imita a la realidad, o la realidad imita a la poesía".
Buenos y agudos son los poemas dedicados a Praga, a Buenos Aires, y especialmente a Salmanca. Leamos algunos fragmentos de su Tétrada Salmantina:
Sin embargo, coincidiendo con el poeta peruano salmantino, Alfredo Pérez Alencart, hay un poema que concitó mi interés y deleite al escucharlo en el XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos, y que no forma parte del texto del poemario, pero, creo que merece ser destacado y comentado. Escribe el poeta peruano - salmantino sobre este colega argentino: "Traía un largo poema dedicado al autor del Quijote, pero atendió mi sugerencia para que, en la ceremonia inaugural a celebrarse el día siguiente en el Teatro Liceo, leyera tan sólo un soneto, el titulado "Con Eñe (Contribución a la 'guerra por la eñe')", que lleva una aclaración respecto al significado de la palabra ñudo (en vano). Y ya en el escenario, tras su pausada lectura, el auditorio quedó encantado con el texto y él, a partir de entonces, entiendo que debería ser conocido como 'El poeta de la Eñe'.
Aquí lo anoto, para vuestro deleite:
"Si no he de escribir sueño ni cariño ni mañana, ni antaño, ni retoño / si no puedo nombrar a todo niño / ni restañar las tardes del otoño; // si ni siquiera he de añadir a España donde el mapa de Europa se despeña / en colombino mar, / ninguna hazaña podré contar con la debida seña. // Si algún tacaño oidor, de puro ñoño / ha querido ensañarse con la eñe, ceñuda y señorial, / de cinta y moño, // le diré que es al ñudo / que se empeñe pues nadie que escriba en español, ¡coño! / puede abjurar de la pequeña eñe".
De acuerdo con los estudiosos de la lengua española existen 13.589 palabras que empiezan o contienen la letra de marras. La ñ permite diferenciar y no confundirnos; no es lo mismo caña que cana, cuña que cuna, coño que cono, ciñe que cine; ñoña o ñoño es abuelo sin ñ en italiano. Nuño no es nuno, aunque puede alguien llamarse Nuno Nuño.
La letra ñ además es versátil se encoge prudente como ocurre con ñu o ño, con año o ñame, se estira a sus anchas como acontece con ñandúes o ñangaras. En fin, es una letra útil y necesaria que nos permite entender y entendernos en el idioma común de los hispanohablantes.
Gracias al poeta argentino que, con toda humildad, llegó de Israel a Salamanca para defender y elogiar a la - en apariencia insignificante - letra Ñ.